Un par de ideas preconcebidas de cuya falsedad el tiempo ya se encarga ahora de dejar constancia. La primera: _juno era una banda paralela para Zahara y Martí Perarnau IV, un entretenimiento circunstancial que bien podría quedarse en su solitario álbum de debut, ese _BCN626 (2020) nacido en pleno aturdimiento anímico y logístico de la pandemia. La segunda: por mucho que hablen sus dos artífices de equidad y paridad en el desarrollo de la fórmula, siempre resultará preponderante la figura más ilustre y mediática del tándem, una mujer multipremiada en el circuito independiente, respetada sin fisuras en círculos más eclécticos y de difusión amplia gracias a sus otros trabajos televisivos.

 

Pues bien, este _BCN747 tira por la borda las sospechas de los más incrédulos. Y ello supone, en sí mismo, una magnífica noticia: _juno tiene naturaleza y alma propias, más allá de la mera confluencia de sus dos integrantes, y cada vez son mayores las ganas de que nos hagan partícipes de fascinaciones, escenarios, universos y hasta neuras compartidos.

 

Existe aquí la constatación de un microcosmos propio, sin duda. Este espacio para el experimento, la travesura y las asociaciones libres de ideas incluye hallazgos deslumbrantes (“Me quito la ropa interior que no llevo”), surrealismo alucinado y hasta un desarrollo gráfico personalísimo, de imágenes analógicas, deslavazadas y feístas. Por no hablar de esas pautas tipográficas tirando a irritantes: lo de los guiones antes de los títulos tiene una gracia solo relativa, pero esos créditos publicados de la primera a la última línea en formato especular, para su lectura al trasluz, directamente no tienen ninguna.

 

Que Zahara y Martí se pasen de frenada en lo formal no deja de representar, en el fondo, ese espíritu libérrimo que se ha instalado en este proyecto muy atractivo y, como decíamos, ya nada colateral. La alianza de estos dos versos sueltos termina no siendo tanto suma como multiplicación: a veces da la impresión de que la ¿cantautora? jiennense y el antaño líder de Mucho se retroalimentan para agrandar el tamaño de sus propias osadías. Y para expresarse aún con menos cortapisas que en solitario, que ya es decir en el caso de la autora de los discos Puta y Reputa. La futilidad del éxito y el interés absurdo por las apariencias alimenta Por algo será y, sobre todo, la despiadada Anikilación, que encierra una estrofa tan demoledora que nadie conseguirá pasarla por alto: “Te autofelas a plena luz del día, eres el número uno en tu lista / Dicen que has violado las reglas de la industria, pero sigues tragando hasta la última gota / El sistema siempre se corre en tu boca”.

 

Sí, así de deslenguados, noctámbulos y transgresores son los códigos en _juno, una plataforma que nace de la inmensidad de las horas muertas en los viajes y se alimenta de recortes, frases inconexas, ideas desarrolladas como fogonazos, inmersiones en las raves y diabluras múltiples con el ordenador portátil. Porque el peso de la electrónica es determinante, como ya se demuestra en el corte más icónico, _La canción que no vas a hacer hoy, prolongación de esa retórica que Zahara ya había inaugurado en nombre propio en los tiempos de Hoy la bestia cena en casa (2018).

 

Por su propia definición, _BCN747 no puede ser un disco sencillo, pero todos sus códigos cuentan con antecedentes y resulta excitante dejarse sacudir por sus embestidas. Y siempre nos quedará el remanso de cotidianidad de _La biblioteca nacional, una de esos paréntesis de sosiego que acaban por dejarnos inmóviles, y atónitos, cada vez que suenan en el salón.

 

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