Vamos a ser serios. No puede suceder que Candi Staton publique nuevo disco y el común de los mortales (melómanos) carezca de información al respecto. Señores, lo resumiremos en dos palabras: ¡Candi Staton! La que en su día fuera proclamada Primera Dama del Southern Soul transita por las 78 primaveras, pero nadie que escuche “Confidence”, el primer corte de este regreso, podría sospecharlo ni por lo más remoto. La pieza exhibe una pegada contemporánea irrefutable, más cerca del funk digital que del tributo en modo “vintage” a los tiempos gloriosos, y Staton resuelve el reto con una voz firme, poderosa, timbrada, sin atisbo de cansancio. Tengamos claro que “Unstoppable” es un trabajo menor, una obra más entrañable que trascendente. Pero hablamos de un álbum dignísimo y entretenidísimo, de carencias tan evidentes como la facilidad de la divina Candi para quedar muy por encima de ellas. Son muchas horas de vuelo: la de Alabama, que de adolescente se dedicaba al góspel y fue compañera de Mahalia Jackson, va a celebrar medio siglo de carrera en solitario y ha superado baches y olvidos, y estas diez canciones hacen pensar en una frescura y vigor muy lejos de cualquier atisbo de retirada. La única decepción llega por el lado de las versiones, que tantas alegrías (“In the ghetto”) dieron a Candi en el pasado: “People have the power” (Patti Smith) y “What’s so funny about peace, love and understanding” (Nick Lowe) pasan el corte por los pelos, sin hallazgos en los arreglos, sin aristas. Pero “Can I change my mind” es una despedida adorable, mientras que “Revolution of change” y “Stand up” suponen enérgicas llamadas a la acción a cargo de una casi octogenaria aún pletórica, íntegra, con ganas de pelea. Y sí, es maravilloso constatarlo.

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