No resulta fácil catalogar esta cuarta entrega del quinteto de Brighton, seguramente porque estos muchachos hayan sido siempre refractarios a los compartimentos estanco. Pues bien, ahora se acentúan esas dificultades. Si nos quedaba en la memoria alguna incursión en la pista de baile y esa propensión más o menos indisimulada hacia el suministro de himnos, nada de eso sucede en este álbum tan oscuro y tenebroso como sugiere su presentación, pero en ningún caso inexpugnable. La banda se abona ahora de manera más explícita que nunca al pop psicodélico, y así la voz de Tom Dougall queda relegada a un plano de opacidad y murmullo. Pero la receta con frecuencia se dulcifica y nos aboca a un dream pop más amable y melódico, una apuesta por las imágenes sugerentes ante el manifiesto rechazo de esta publicación hacia la luz del día. Los chicos bien pueden ser enfáticos y ruidosos (Energy, todo un arrebato de furia), pero cuando se vuelven sencillamente adorables es en ese equilibrio entre melodía y misterio que representan Jolt awake o la fabulosa Last warmth of the day. Sospechamos que Syd Barrett miraría con buenos ojos a estos chavales, aunque tendría que acostumbrarse a que entre su partida y el momento actual también han acontecido cosas como Erasure. El caso es que Happy in the hollow sugiere en todo momento la idea de disco nicho, una colección en la que refugiarse y a la que recurrir, un catálogo de pequeños nuevos estímulos que van asomando y descubriéndose con cada nueva escucha. Un hueco en el que ser felices, en definitiva: llegados a

You make me feel myself, ya casi al final, descubrimos que TOY son incluso capaces de rubricar una preciosa canción de amor. Cosas veredes.

One Reply to “TOY: “Happy in the hollow” (2019)”

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