No sospecharía el observador superficial que Guy Garvey figura entre los jefes de fila más carismáticos de las tierras británicas, pero todos los que hemos tenido la suerte de disfrutarle encima de las tablas podemos dar fe de lo contrario. Solo así se explica la comunión fascinante entre esta banda –intelectual, minuciosa, nada evidente– y el gran público, al menos en la escena local. Y solo con esa capacidad para cantar como el que llora e implora comprenderemos que estos 40 nuevos minutos de música inédita y sombría están destinados a que se nos hagan muy cortos y apliquemos sobre ellos el efecto de la cada vez más inusual función de repeat. Elbow es una banda veterana y consolidadísima que no apela a la fotogenia, el populismo ni los aspavientos. Y a pesar de todo ello, consiguió llevar a lo más alto de las listas de su país tanto el ensimismado y complejo The take off and landing of everything (2014) como el más electrónico y crepitante Little fictions, que en 2017 recuperaba alguna que otra canción con maneras válidas para ser emitida por las frecuencias moduladas. Ahora, Giants of all sizes se acomoda en un lugar intermedio entre sus dos antecesores: sin tanto desparpajo como el hasta ahora más joven de la familia, sin esa sobrecarga de negrura y tormento que hacía de The take off… una experiencia hermosísima con la que no todos llegaron a atreverse. Garvey sigue escribiendo mediante meandros sonoros, retorciendo melodías y estructuras y guiándonos a través de esa voz suya que siempre asemeja más a una plegaria que a una canción de pop. La extensa y áspera propuesta inicial, Dexter & sinister, concede siete minutos a un ritmo martilleante y un desarrollo hipnótico, con la incorporación de Jesca Hoop como fantástica voz invitada. Pero las huestes más fieles se sentirán identificadas al instante con el lirismo de Seven veils, una especie de himno humilde; el extraño aire solemne y pegadizo de White noise, white heat y la hipnosis creciente de On Deronda road. Son ya ocho álbumes y una mayoría de edad desde 2001, y la fórmula, qué bendición, parece lejos de agotarse.
Así es, la fórmula no se agota, totalmente de acuerdo con tu análisis, Fernando.
Has escuchado su ultimo disco, Flying Dream 1 ?. Si es así, que te parece?