Este es un país profundamente desagradecido, pero llegará el día en que le reconozamos todo el talento, insólito y poliédrico, al bueno de Álvaro Cunqueiro. Bilingüe, polifacético, dominador de todas las artes literarias y también de las culinarias, amante de su tierra y gallego en ejercicio permanente, lo que implica una cierta dosis de desconcierto: es tan difícil de catalogar desde un punto de vista ideológico, por ejemplo, que las “dos Españas” prefirieron recelar por sistema de él en vez de aceptar su riqueza colosal, la inventiva imparable, un lirismo que nunca anduvo regañado ni con la retranca ni con el ingenio.

 

Llegará también el día, tal vez, en que la canción de autor le reconozca los méritos a Emilio Rúa, orensano de sensibilidad manifiesta y timbre vocal muy alejado de los cánones. A ninguno de los dos, salvando las diferencias, les favorecieron nunca dos circunstancias comunes: la condición geográfica, en una España tantas veces olvidadiza con las periferias; y el escaso encaje con las normas de la ortodoxia. Por eso mismo le hace tanta justicia a Cunqueiro que haya sido Rúa quien se haya atrevido a ponerle voz y música a estos versos, que el cantautor toma prestados del poemario Herba de aquí e acolá: vanguardia, existencialismo y ecos de la tradición oral, todo en uno.

 

El librodisco, con ese atípico formato alargado y las 14 páginas musicales que alberga el CD, es un primor. Emilio opta por una desnudez que no incurre nunca en la crudeza, sobre todo porque le acompañan buenos argumentos que llevarse a los labios. No habrá grandes presentaciones ni llegará nunca a hacerse viral esta obra (qué miedo produce ya ese adjetivo, incluso en otra acepción), pero pasarla por alto sería una injusticia flagrante. Por eso, cuando acabe “todo esto”, dejaremos aquí la sugerencia de retomar estos versos y estas canciones mientras se emprende camino hacia Mondoñedo, el remoto y bellísimo pueblito lucense que vio nacer a Cunqueiro. Está siempre envuelto entre brumas, lo que ayuda a comprender muchas cosas. Cuenta con una catedral esplendorosa, aun encontrándose en una comarca de población mínima. Y encierra tanta poesía, o casi, como el propio librodisco que nos ocupa.

3 Replies to “Emilio Rúa: “Novelovento” (2020)”

  1. Qué belleza de librodisco. Un paseo por la cultura gallega que deleita los sentidos. Enhorabuena a Emilio por ese trabajo tan estudiado y a ti, Fernando, por esta publicación.

  2. Que bello paseo entre brumas…..
    Gracias por revelar esta voz tan desconocida y afín como lo son para mi esos montes de Mondoñedo, a los que ya he emprendido camino desde este confinamiento.

    1. Gracias Fernandon por tan sentidas palabras. Hubo un genio que decía “en un mundo descomunal siento mi fragilidad”. Algunos artistas luchamos con los medios que tenemos para hacer lo que creemos necesario y justo para la cultura. A lo mejor somos soñadores de otro tiempo. Yo quiero creer que lo hago para los que vengan detrás. Tus palabras me alientan a seguir creando que es lo que más me gusta. En este caso, poner voz al poemario más difícil y denso de Cunqueiro era un reto para mi. Estoy contento y muy satisfecho por ello. Larga vida a los cantautores. Grazas Amigo.

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