La Prenda Roja es, en muchos sentidos, un cruce de caminos que permite vislumbrar desde un mismo punto una preciosa multiplicidad de horizontes, perspectivas y paisajes. Son frecuentes los encuentros entre el flamenco hondo y profundo y las chiribitas de la electrónica, pero pocos los equilibrios como el que logra aquí este nuevo trío enteramente femenino. De la misma manera, emociona la simbiosis que tres artistas de trayectorias plurales, diversas y no siempre coincidentes, como son Cristina López, Sara Sambola y Ana Brenes, logran cuando se embarcan en esta misma misión de código carmesí. Y hasta en lo terminológico propicia La prenda roja un enfoque plural, puesto que sus ocho cortes nos hacen pensar en un álbum completo aunque el cronómetro, en el filo de los 25 minutos, remite más al modelo de EP.

 

Merece la pena, aun siendo renuentes en esta página a los formatos de duración exigua, apostar por esta feliz confluencia de talentos fraguada, cómo no, en las aulas de la Escola Superior de Música de Catalunya (Esmuc). La tarraconense López (42 años) y las barcelonesas Sambola y Brenes (35 y 32) son cantaoras y compositoras de manera individual y por derecho propio, pero la intersección de inquietudes, audacias e investigaciones arroja un resultado pasmoso, a menudo entre onírico y fascinante. La Alhambra o Trilla pueden mirarle a la cara a los hallazgos de la mejor Rosalía, la que partía del flamenco para sublimarlo. En ambos casos la electrónica juega un papel decisivo, pero la sorpresa y la experimentación también es posible cuando tan solo mandan las voces simultáneas, la guitarra y los palmeros, como con Lucero del alba. O con Amapola, que adquiere una dimensión coral.

 

Es un estreno quizá demasiado breve, cierto, pero del todo fascinante y a menudo fabuloso en cada uno de sus ocho episodios. Si esto era un ensayo general, una primera tentativa exploratoria, el resultado no puede ser más positivo. Hay dolor, pasión y feminidad en cada compás, hay verdad a raudales, hay emoción en la mezcla de lo popular, lo inventado y lo profundo. Síganlas.

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