A mediados de 1993 fui agraciado con un ejemplar promocional de “Watching the dark”, el que aparece en la imagen. Recuerdo que el muchacho encargado de dar a conocer los lanzamientos de Arpafolk me lo entregó con una sonrisa eufórica, a sabiendas de que aquella primera caja antológica en torno a Richard Thompson (tres discos, 51 canciones, tres horas y media de música) formaría inmediatamente parte de los tesoros de cualquier estancia. Pero el pipiolo que yo era conocía el nombre de Thompson solo de refilón, así que balbuceé un agradecimiento y me sumergí en el escrutinio de aquellos 217 minutos casi como el que irrumpe por vez primera en una pirámide maya. El impacto de aquellas largas tardes de escucha llega con nitidez hasta hoy. Repaso en la contraportada esos 51 títulos y me asombro con la certeza de recordarlos todos, señal inequívoca de que aquel hallazgo me condujo hasta uno de esos mágicos episodios melómanos de insaciabilidad. Han transcurrido cinco lustros y Richard no ha parado de publicar álbumes, otros 15 o más, algunos de ellos sencillamente fabulosos (mencionemos “Sweet warrior”, “Mock Tudor”, “Still”, el reciente “13 rivers”). Incluso existe una gran caja más amplia, esa “Walking on a wire” que aumenta la vista panorámica hasta cuatro discos, 71 canciones y el año 2009. Pero el recuerdo de “Watching the dark” es, mientras funcione la masa gris, imborrable e insuperable. Desde el momento mismo en que “A man in need”, a modo de fulgurante aperitivo, deja paso a la versión en directo de nueve minutos para “Can’t win”. Pienso en “Keep your distance”, tan pegadiza; en la belleza inagotable de “Wall of death” o la estremecedora “Withered and died”, en la inmortal “Dimming of the day”, en los seminales Fairport Convention y aquel “A sailor’s life”, en las abundantes y adictivas tomas en directo de la cajita. Richard es inagotable y la segunda antología incluye “Persuasion”, un dúo con su hijo (el divino Teddy Thompson), que incluiría sin dudar entre las canciones más hermosas del siglo XXI. Larga vida, Ricardo.

 

 

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