Bota alta y con tacón, mirada desafiante pero serena, la guitarra al hombro como la más inseparable de las compañías. Así se nos presenta desde la portada Susan Santos, una mujer que cubre un hueco que permanecía aún casi vacante y abre maravillosamente camino en un territorio, la guitarra eléctrica y el blues-rock, en el que la prevalencia masculina había sido avasalladora. No era un desequilibrio solo característico de los dominios ibéricos, desde luego, pero mujeres como Beth Hart, Susan Tedeschi o la maravillosa Sue Foley abrieron un camino que Santos agranda con este disco alentador, decidido, ilusionante. Su asunción de protagonismo es indisimulada: Susan canta, toca y compone cada nota de estas diez canciones, y solo cede una responsabilidad trascendental en el caso de la producción, que recae en otro personaje muy querido y maravillosamente ecléctico de la escena local: Juan de Dios Martín, brazo derecho durante años de Xoel López y nuestro hijo pródigo en la Costa Oeste californiana. A todo esto, y aunque su nombre pueda no haber frecuentado aún todos los mentideros, Santos no es ninguna recién llegada: este No U turn es ya su quinto disco y se registró a finales del año pasado en Madrid después de que Susan resultase galardonada en los European Blues Awards por la mejor actuación musical de la temporada. Sus diez piezas la avalan como una artista técnicamente muy habilidosa (Shakin’ all over), de encanto instantáneo (Fool me), empática (Slow down y su llamada al sosiego y el carpe diem es una muy buena elección como sencillo) y capacitada también para bajar el pistón (Dry river) o dulcificar un ápice su sonido en dos momentos fantásticos: Freedom, más cercano al toque southern rock de unos Doobie Brothers, o la encantadora Green, donde nos recuerda más, digamos, a Eddie Reader que a Bonnie Raitt. Puede haber alguna concesión a maneras más arquetípicas o convencionales, como le sucedería prácticamente a cualquier otro artista, pero parece ya claro que Susan no representa una curiosidad o una rareza, sino una realidad muy sólida.