El surf es un género que tendemos a considerar circunstancial y efímero, arraigado a principios de los años sesenta en las costas de California y asociado con muchachos musculados y rubicundos de porte conquistador, acomodado y desinhibido. Tendemos también a pensar que solo The Beach Boys (¡obviamente!) sacaron provecho de esta moda pasajera, con el ejemplo mucho más efímero de Jan & Dean a rebufo, y que la fiebre remitió en pocos años y solo ha sido recuperada por alguna banda de afán revivalista, por otra parte con un alcance más bien restringido: ¿quedan acaso en la sala muchos seguidores ochenteros de The Barracudas o The Surf Raiders? Pero con todo, este extraordinario álbum doble de la factoría francesa Frémeaux & Associés sirve para contextualizar todo el proceso, dotarlo de significado y comprender mejor valores y méritos que pudieron pasarle inadvertidos al oyente ocasional y despistado.

 

Por lo pronto, el surf como disciplina deportiva playera no había nacido exactamente en la Costa Oeste sino que proviene de Hawái, un archipiélago remoto que, además, no se incorporó a la bandera de las barras y las estrellas hasta 1959, para así convertirse en el quincuagésimo y último Estado del país. Por eso la auténtica condición de pionero la ostenta Sol Ho’opi’i, que en los años veinte ya se había convertido en una atracción fascinante y pintoresca en los escenarios de Broadway con su dominio de la guitarra lap steel y los efectos de notas arrastradas, el slide. Por eso sobre la figura de Sol recaen los honores inaugurales en esta colección cronológica, con dos antiquísimos registros fonográficos, The hula boys (1933) y I like you (1934) que permiten advertir ya con nitidez algunos de los elementos más paradigmáticos de lo que tres décadas más tarde se convertiría fiebre mundial efímera pero espectacular.

 

Los registros históricos hawaianos aportan hondura documental al primero de los dos discos, subtitulado The roots of surf rock y apasionante por su capacidad de desbrozar precisamente todos esos mimbres originales. La selección, ordenación y notas recae nuevamente en el musicólogo y guitarrista parisino Bruno Blum, dueño de una visión panorámica esclarecedora, sobre todo a la hora de entrelazar aquí elementos comunes entre el sonido para los surferos y el trabajo musical previo que se había desarrollado en el rockabilly. Chuck Berry, Gene Vincent, Eddie Cochran, Bo Diddley y hasta The Everly Brothers desfilan por ese primer cedé, que nos conduce hasta las primeras olas de los sesenta y acaba haciendo escala prolongada, merecida e ineludible en los habilísimos The Ventures.

 

El recorrido completo comprende 48 cortes y algo menos de dos horas de duración, y permite paladear los orígenes instrumentales del estilo y el valor angular de los emergentes efectos sonoros para las guitarras eléctricas, en particular las distintas técnicas de reverberación (al principio de entrañable tosquedad artesanal) y vibrato. Es maravilloso recalar en figuras como la de Dick Dale, que con sus Del-Tones ya estaba grabando a finales de 1962 una versión preciosa de Sloop John B, cuatro temporadas antes de que Brian Wilson y los suyos lo convirtieran en momento culminante de ese Pet sounds, episodio quintaesencial no ya de la década sino de todo el siglo pasado.

 

En ese capítulo de predecesores y sorpresas, que nadie se pierda la lectura de Barbara-Ann con que The Regents despejaban el camino, ya en 1961, a los Chicos de la Playa. Ni el despliegue de prístinas armonías vocales que popularizaron los mismos Beach Boys, aunque es evidente que los hermanos Everly (su Bye bye love se desliza en el cedé inicial) habían llegado antes. Las canciones tiernas y amorosas a varias voces se convirtieron en un símbolo de amor romántico, casto y virginal, aunque por ahí andaba Dion para erigir a partir de clásicos iniciáticos (The wanderer) un discurso mucho más pícaro y lúbrico. The birth of surf rock acaba convirtiéndose así en un viaje apasionante y sorpresivo, en vista de sus múltiples ramificaciones, no siempre evidentes. Solo la ausencia grosera de Jan & Dean en la colección, suponemos que por motivos editoriales, emborrona un trabajo didáctico y magnífico.

 

 

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