4 Wheel Drive es un cuarteto de jazz europeo supranacional (dos suecos, dos alemanes) que emergió por vez primera en 2019 con el aparente propósito de ofrecer un lenguaje jazzístico riguroso, exquisito y con pedigrí, pero a la vez perfectamente accesible para otros públicos menos especializados. Esa apuesta por el eclecticismo y, sobre todo, la versatilidad se agudiza ahora con una segunda entrega en estudio (a mitad de camino ofrecieron también una entrega en directo) en la que Nils Landgren, Michael Wollny, Lars Danielsson y Wolfgang Haffner se afanan en traducir a un lenguaje culto algunas piezas de marcado acento no ya mayoritario, sino tan trilladas y difundidas que su propia eleccion parece guiada por una travesura provocadora. Y todo ello alternado con media docena de composiciones originales, a menudo instrumentales, que refrendan el vasto alcance del cuarteto, su amor por las vistas panorámicas y la alergia hacia las líneas rojas y los apriorismos.

No está claro si en el cuartel general de 4WD ostenta mayor graduación Landgren, trombonista y cantante, o Wollny, nuestro hombre sentado al piano. El primero había rubricado con anterioridad un álbum a medias con Joe Sample (Crusaders) y, aunque suene inquietante, una larguísima sucesión de trabajos de inspiración navideña, por muy jazzística que fuera su morfología. Pero es hombre de soplo limpio, cálido y nada empeñado en florituras, y su voz, aunque la exhiba con recato, es de cuerpo frágil y timbre precioso. Y todo ello convierte en deliciosas las lecturas de Still crazy after all these years, emblema de Paul Simon, y, aún mejor, ese Hold on my heart de Genesis en la era de Phil Collins, tantas veces vilipendiado desde el tópico y el prejuicio, pero con docenas de títulos imperecederos en el historial.

Los instrumentales propios son afables y bellos, quizá tan bondadosos (April rain o Spring dance se asoman al universo de Windham Hill hasta en los títulos) que pueden tomarse por dóciles y ligeros. Pero si existiera un jazz para todos los públicos –una etiqueta inimaginable, puro contradictio termini–, esta entente entre Landgren, Wollny, Danielsson y Haffner sería una candidata inmejorable para que reluciera en sus portadas. La preciosa y serena versión de la celebérrima Your song, de Elton John, sirve para dar buena fe.