Cosa seria. Asunto mayor. Y objeciones casi impensables. Hay nuevo álbum de Sumrrá, el nombre más enrevesado del jazz peninsular, pero también, a estas alturas, ya una referencia ineludible para la escena no ya gallega, sino europea. La criatura que, 21 años después, siguen cuidando y acunando Manuel Gutiérrez (piano), Xacobe Martínez Antelo (contrabajo) y LAR Legido (batería) afianza ese sonido atlántico que les hace homologables con cualquiera de los grandes tríos de tierras nórdicas y les permite alternar la trepidancia (Sapiens sapiens) o las mayores dosis de lirismo (As forzas gravitatorias) con similares dosis de solvencia.
Los de Santiago de Compostela parecen inspirados en esta ocasión en el devenir del mundo actual: ilusiones, decepciones, incertidumbres, expectativas seguramente ya inasumibles. Pero toda esta temática es difícil de precisar a partir de un repertorio instrumental, lógicamente, por lo que el argumentario teórico deja paso, en la práctica, a un discurso abierto, sorprendente y palpitante. Hay pocos momentos para la escucha sosegada (13.000 millóns de anos sirve como excepción) pero un disco entero, sin rellenos ni futilidades, para la escucha absorta.
Xacobe vuelve a encabezar la responsabilidad mayor en cuanto a autoría, con cinco de las siete piezas bajo su rúbrica, mientras que las otras dos son responsabilidad de Gutiérrez. Pero no es fácil de distinguirlas porque, a estas alturas, Sumrrá ha desarrollado un poderoso lenguaje común. Lírico y a la par vigoroso; accesible sin renunciar a los laberintos ni al vértigo del compás quebrado. En el Jazzaldia donostiarra hubo ya ocasión de comprobar la solvencia brutal de los compostelanos, con hambre de escena y de repertorio nuevo tras el frenazo coronavírico. Escuchemos a Gutiérrez, por ejemplo, en estado de gracia en el tramo central de Periferia universal para comprender que para este regreso no se han escatimado energías.
A la segunda vez que he escuchado este disco me ha parecido genial.
Nuevos sonidos, ritmos y experimentos.
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