Magos Herrera es un patrimonio demasiado valioso como para consentir que pase inadvertido. Natural de Ciudad de México y afincada en Nueva York, solemos verla catalogada como una diva del jazz latino vocal, pero esa es una visión incompleta, restringida. El mejor ejemplo de su carácter mucho más inabarcable lo constituye ahora esta alianza con el Brooklyn Rider, un fascinante cuarteto de cuerda que imprime una nueva dimensión al arte de la vocalista. Esos dos violines, viola y cello suponen casi el único soporte instrumental para estas 13 grabaciones, más allá de algunas percusiones ocasionales, un bajo puntual para “Tú y yo” (una de las composiciones propias de Magos, que jamás se ha conformado con su rutilante dimensión de intérprete) y la irrupción de Miguel Poveda, siempre sustancioso, en una lectura de la lorquiana “La aurora de Nueva York”. Los arreglos camerísticos son una delicia, como en ese ‘ralentando’ disonante con el que finaliza “Volver a los 17”, uno de los cuatro clasicazos latinos (junto a “Balderrama”, “La llorona” y “Luz de luna”) que se filtran en esta colección. Hay también una fuerte presencia de las más incuestionables firmas de Brasil –dos títulos de Caetano, uno de Gilberto Gil y otro de João Gilberto; para qué conformarse con menos  y, como decíamos, el refrendo de la propia Herrera como autora, especialmente lúcida en ese “Dreams” construido en inglés a partir de unos versos de Octavio Paz. Magos se confirma, en definitiva, como un tesoro aún inexplorado. Por aquí apenas le habíamos prestado atención con motivo de su “País maravilla”, allá por 2002, pero esta exploración de las confluencias entre lo popular y lo culto, la hispanidad y la lusofonía, la América de miras amplias, es una exquisitez.

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