¿Existe algo más incontestablemente pop que los cantos lánguidos, tersos y al unísono de Iman Amar y Ana Valladares? Estas herederas andaluzas de Françoise Hardy llevan desde los tiempos de la pandemia emitiendo señales de su encanto adorable y recatado, tan prudente y poco invasivo como la discografía íntegra de Jeanette. Pero ahora, llegados al reto de una entrega de largo recorrido, se gradúan con la tímida confianza de quien se sabe carismático, espléndido y diferente, aunque prefiera el sigilo y la discreción. Así transcurre El camino, un elepé entre la media voz y el susurro, pero delicioso por todo lo que supone de refrendo de ese pop femenino muy documentado pero, de paso, descaradamente naíf.

 

Iman y Ana son ingenuas por voluntad propia, así que no deberíamos tomarlas por unas muchachas circunstanciales o meramente lúdicas. Les va mucho en ello, con independencia de que la materialización de su propuesta sea tan etérea y liviana como podríamos imaginarnos de antemano en el arte de la media voz. A veces remiten a los campos de amapolas, porque son inequívocamente bucólicas, pero también parecen en otras ocasiones más condicionadas por las crónicas truculentas de supervivencia en la frontera entre México y Estados Unidos. Y esa filiación yanqui explica algunas inflexiones y, sobre todo, ese empeño por ordenar el paisaje según las claves del western.

 

Porque así son ellas: unas vaqueras insospechadas, las musas más improbables de un Sergio Leone aplicado y redivivo. Habrá quien quiera asimilarlas al antecedente de Vainica Doble, pero en realidad se quedan mucho más cerca de las colombianas Elia y Elizabeth: igual de cándidas que ellas, tan prístinas y virginales como para asemejarse a unas criaturas de alumbramiento reciente y hechizo embaucador. Hay de hecho una incursión en el ritmo más característico de Colombia, Cumbia de la serpiente, aunque todo lo demás apunta más bien hacia una banda sonora heterodoxa para una película en la senda almeriense del spaguetti.

 

Así de evanescentes son los amores, en efecto. En estos momentos del siglo también, aunque esa fragilidad intrínseca convierte a Adiós Amores en una aventura intergeneracional. Y en una de las grandes promesas a las que prestar atención en territorios ibéricos, por lo que pueda acontecer a partir de ahora.

One Reply to “Adiós Amores: “El camino” (2023)”

  1. Ese recuerdo en el subconsciente de Jeanette que nos enamoraba de adolescentes. Muy propicio este tema del vídeo para estas fechas. Feliz Halloween!!

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