Miky Lagoona y Carlos Amelivia comparten generación (madrileños del 92), viven bajo el mismo techo y se sienten tan identificados con un ideario común que contestan de modo indistinto en las entrevistas. La sucesión de sencillos y videoclips de estos últimos meses hacía augurar un estreno importante en el formato largo. Hounds of glory, elaboradísimo, sofisticado y seductor, corrobora con mucho esas predicciones.

 

Amelivia y Lagoona comprendieron que eran almas gemelas cuando coincidieron en las aulas del colegio Zola de Las Rozas, en la periferia de Madrid. El alumbramiento de este Jack Bisonte se remonta a 2014, aunque conviene distinguir dos etapas muy diferenciadas. Al principio les daba por el folk y los sonidos acústicos, pero en esta formulación aparentemente definitiva se han escorado hacia el pop electrónico, la radiante sofisticación de Miami (allí se grabó el videoclip de No drama, una virguería) y el destello, figurado y literal, de la purpurina. El maquillaje se ha convertido de su mano en un símbolo de belleza, misterio, ambigüedad, transgresión. Y eso mismo evoca esta banda sonora para la seducción: pausada, minuciosa, noctámbula, intrigante. Y tan rabiosamente internacional que ningún oyente se atrevería a pronosticar una adscripción geográfica: Hounds… ofrece argumentos para sonar, sin restricciones, en los mejores clubes del mundo.

 

Ellos mismos nos lo explicaron de viva voz hace unos pocos meses. “Siempre habíamos sido unos tíos bastante acomplejados en lo que a música se refiere. Por eso nos propusimos ser otras personas, otros personajes. El rímel o los vestidos no son sino paladas de tierra para sepultar a este par de tontitos timidines…”, enunciaban antes de remachar, con maravilloso espíritu provocador: “Que nadie se equivoque. ¡Ningún uniforme militar empodera más que unos buenos tacones!”.

 

De ahí las similitudes con Troye Sivan, Lauv, Tracy Chapman u otros nombres de la órbita LGTBI, aunque tampoco les importa que les equiparen con “un John Mayer más sexi”. Es más, el nombre de Sam Smith también puede aparecérsenos en el imaginario en unas cuantas ocasiones, ahora que el londinense ha acentuado su perfil de seductor que sufre, de enamorado al que no deja de acecharle la sombra del tormento. Con Jack Bisonte hay también falsetes, glamur, confesiones a media voz, fascinación, dramaturgia. 

 

“Lo jodido es decirle a alguien que le odias sin que pueda parar de bailar. Ese es el éxito al que aspiramos, nuestra particular comedia del aburrimiento”, nos explicaron. Y la explicación no podía ser más lúcida y apetitosa. Eso mismo sugiere Hounds of glory, nueve cortes sin fisuras relevantes, una sesión que acaba transcurriendo en un suspiro sabrosísimo de apenas media hora. Anotemos: France GallBlue Hydrangea, No drama, HPP… Aquí hay madera de estrellas.

2 Replies to “Jack Bisonte: “Hounds of glory” (2020)”

  1. Fernando me encanta la forma de realizar las propuestas porque además del comentario al uso de sonidos, estilos y referencias , siempre nos relacionas grupos o intérpretes de su ” horizonte musical ” y eso nos lleva a hacernos una idea precisa de lo que nos vamos a encpy , aunque como a mí en este caso no haya oído hablar jamás de los intérpretes. Muy interesante la propuesta y útil la sugerencia. Gracias Fernando.

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