Aunque parezca mentira, el venerado e ilustre pianista y organista Ben Hirsh Sidran aún no había llegado a publicar un solo álbum instrumental en su carrera, pese a que le contemplan casi 79 años, cinco décadas largas de trabajo en solitario o para otros y no menos de dos docenas de trabajos en estudio con su nombre estampado en la portada. Swing State pone por fin remedio a una carencia evidente en el experiente de un hombre que ha contribuido como pocos a impregar de sabiduría jazzística los círculos del pop, el rock o la canción. Un tipo capaz de impulsar su propio sello discográfico, Go Jazz, y que no ha dejado ni un solo año de concebir nuevas diabluras en ese cerebro suyo, tan preclaro.

 

En semejante contexto y circunstancias, es fácil barruntar en Swing State los mimbres de los mejores divertimentos. En realidad, mejor sería decir que se trata de un autorregalo por parte de alguien que goza de toda la legitimidad para abrir nuevas líneas de indagación incluso a estas alturas de la vida. El álbum es breve, evanescente y poco ambicioso, pero encantador. Demuestra que Sidran, a quien asociamos más con el Hammond y demás familias de teclados y órganos, también podría haberse ganado la vida como pianista de jazz clásico. Y que la compañía de su hijo, Leo, en la batería, y del incombustible Billy Peterson blandiendo el bajo, convierte este trabajo casi en un evento familiar distendido para sacarle provecho al fin de semana.

 

De hecho, Leo solo tuvo que reservarle a su progenitor un par de días de estudio (agosto de 2021 en Madison, Wisconsin, una ciudad pequeña y apacible alejada de todo bullicio) para moldear esta entrega fácil y cómplice. Sobraba tiempo para dar cuenta del estreno de un único corte original, ese Swing State que se convierte casi en un credo y una manera de concebir la vida. Y completar la jugada con seis clásicos no ya del be-bop de los cincuenta, sino del inagotable catálogo de estándares que se fue fraguando durante los años treinta. Una manera de cerrar círculos y discursos, puesto que tal es la música con la que se amamantó Sidran durante su infancia en Chicago. Y un lujo, da igual desde qué óptica se mire.

 

Ben no es ningún virtuoso del piano, pero tampoco se esfuerza en retratarse de manera impostada ni equívoca. A las puertas de inaugurar la condición de octagenario, sabe que los dedos no siempre circulan a velocidades supersónicas, pero que el swing no deja de afianzarse. Desde Stompin’ at the Savoy, una golosina de Benny Goodman, a esa adorable apertura de la álbum con Lullaby of the leaves. Y con dos partituras celebérrimas a la manera de epílogo, Over the rainbow y Tuxedo junction. A la pieza de El mago de Oz, una de las melodías más divulgadas de todo el siglo, puede que ya no haya modo de exprimirla más o encontrarle algún ángulo novedoso. Pero con la pieza popularizada por Glenn Miller vuelve el disfrute para este triángulo de eminencias. Y eso que nos llevamos puesto los demás.

 

Los dos

One Reply to “Ben Sidran: “Swing State” (2022)”

  1. Albunes con Ben Sidran:
    Ben Sidran – Cien Noches (2008, Bonsai)
    Ben Sidran – Don’t Cry For No Hipster (2012)
    Ben Sidran – Dylan Different – 2009
    Ben Sidran – Too Hot To Touch (Enivre D’Amour) – 1992
    Clementine – Sings Ben Sidran (1992
    Ben Hirsch Sidran (nacido el 14 de agosto de 1943) es un pianista, organista, vocalista y escritor estadounidense de Jazz y Rock, nacido en Chicago, Illinois, Estados Unidos, destacada por su trabajo con la primera banda Steve Miller.

    Sidran se crió en Racine, Wisconsin, y asistió a la Universidad de Wisconsin -Madison en 1961, donde se convirtió en miembro de los Ardells junto con Steve Miller y Boz Scaggs. Cuando Miller y Scaggs dejaron Wisconsin para la costa oeste y el estrellato, Sidran se quedó para obtener un título en literatura inglesa. Después de graduarse en 1966, Sidran se matriculó en la Universidad de Sussex, Inglaterra, para obtener un doctorado en estudios estadounidenses.

    Sidran se unió a Miller en un estudio de grabación en inglés el próximo año, tocando en el álbum “Children of the Future”. Mientras estaba en Inglaterra, fue músico de sesión para artistas que incluían a Eric Clapton, los Rolling Stones, Peter Frampton y Charlie Watts. Después de un breve período en Los Ángeles, donde comenzó su carrera como artista de grabación (combinado con Scaggs y el baterista Jim Keltner) y el productor discográfico, Sidran regresó a Madison en 1971 y ha mantenido a la ciudad universitaria como una base de casas desde entonces, desde entonces, Jugar a menudo con talentos con sede en Madison como el baterista Clyde Stubblefield y el compositor del tecladista Leo Sidran, el hijo de Sidran. A lo largo de los años, mientras continuaba viajando, actuando y produciendo, enseñó cursos en la Universidad (en el negocio de la música) y, a partir de 1981, organizó una variedad de programas de jazz para NPR (incluido el premio Peabody “Jazz Alive” “Serie) y para la televisión VH1 (donde su serie” nuevas visiones “a principios de la década de 1990 ganó el premio ACE).

    Como músico y productor, ha colaborado con artistas que incluyen a Mose Allison, Van Morrison, Diana Ross y Rickie Lee Jones. Sus obras escritas incluyen el libro “Black Talk”, (Sobre la sociología de la música negra en Estados Unidos), las memorias “A Life in the Music” y “Talking Jazz”, una colección de sus entrevistas históricas con músicos de jazz.

    Sidran ha sido referido por el Chicago Sun Times como un “hombre renacentista a la deriva en un mundo moderno”, y por los tiempos como “el primer rapero de jazz existencial”, en referencia a su mezcla preferida de comentarios humorísticos y eruditas mientras toca las ranuras y bebop. Continúa dando una conferencia en las universidades, más recientemente sobre el tema de “Judios, Música y el Sueño Americano”.

    “Talking Jazz” incluye un folleto de ochenta páginas con ensayos de escritores, críticos y músicos, fotos clásicas de Lee Tanner y 24 discos compactos con conversaciones con 60 músicos de jazz, grabados durante un período de cinco años para el galardonado programa NPR de Sidran en expediente”. Los 24 CD orquestados por Sidran documentan la voz que habla de músicos de jazz, incluidos Miles Davis, Art Blakey y otros

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