En más de una ocasión se ha descrito Autobiografía como el Álbum blanco de la historia del pop español. Y aunque toda comparación con los Beatles está abocada a convertirse en hipérbole, la misma asociación de ideas demuestra la trascendencia y dimensión del empeño: un trabajo colosal en todos los sentidos, de dimensiones desconocidas incluso para los felices años ochenta y con un resultado extraordinario. Más allá de referencias inalcanzables, lo cierto es que aquel elepé doble y de 30 canciones (por si no había quedado claro el guiño) figura con todos los honores entre los 10 o 20 mejores trabajos que ha conocido la música popular en este país. Y esta nueva y definitiva edición no solo lo certifica, sino que aporta en su tercer CD un descubrimiento fascinante: junto a 18 maquetas se incluyen otras 10 canciones completamente inéditas y que no habían conocido ningún tipo de edición oficial hasta ahora, 31 años más tarde.

 

Asombrémonos, sí, ante la nueva dimensión que cobra, con este hallazgo, el momento de gracia creativa y trabajo frenético en que se encontraban inmersos Mikel Erentxun y Diego Vasallo a la hora de afrontar su quinto trabajo (o cuarto, si preferimos no incluir en el cómputo la colección de rarezas Canciones olvidadas). El volumen de material era tan abrumador como para que la opción del disco doble acabara imponiéndose casi de manera natural, pese al pánico que estos proyectos suele generar en los despachos de los directivos discográficos. Pero a las sesiones que dirigió el ilustrísimo Colin Fairley (con trabajos para Elvis Costello, Nick Lowe o Primal Scream) y en las que participaron Sam Brown o Black no llegaron siquiera 10 títulos completamente finiquitados: un LP triple sí que habría sido una opción inédita e impensable. Pero los mimbres, para nuestro pasmo, ahí estaban.

 

Lo curioso es que esas 10 páginas orilladas (siete con la firma de Vasallo, absolutamente frenético y efervescente) no se recuperaron con posterioridad, quizá porque Supernova (1991) suponía un virulento cambio estilístico, sintetizado y electrónico, y luego puede que sencillamente cayeran en el olvido. Ninguna de las 10 es lo bastante relevante como para cambiar la historia que nos habíamos trazado hasta ahora de la banda donostiarra, pero el lote inspira esa emoción reservada a los grandes hallazgos, al descubrimiento de un tesoro ignoto. Sobre todo en lo relativo a la estupenda Voces de barrio, guitarrera, chuleta y acelerada, que además podría haber funcionado estupendamente encima de los escenarios. O a la evocadora La colina del amor, interpretada por Diego y que bebe, con ese sonido de contrabajo y escobillas, de la primerísima etapa del grupo.

 

Las también roqueras Cerca del paraíso y El señor del ruido (esta, la más característica de Erentxun) habrían superado sin problema cualquier corte en otro momento o en manos de otra banda. Pero se deslizan sorpresas como Vapor, con acústica, órgano y bongos, en la que late una frescura escocesa que recuerda, incluso mucho, a Aztec Camera. O Mi amor, rareza manifiesta incluso a ojos de Vasallo, cuya estrofa consiste en una melodía disonante doblada con un punteo de guitarra sin ninguna otra instrumentación.

 

La más prescindible es Nombre de mujer, con una letra además muy endeble. Pero Mikel eleva el listón en la bien curiosa Rayas de seda, conducida por un piano saltarín y con una ralentización impredecible en el centro de la canción. Es insólito poder analizar a estas alturas un lote de repertorio inédito de Duncan Dhu, pero la recuperación de este material agranda todavía más la merecida leyenda que rodeaba a Autobiografía. Y las grabaciones, ojo, no son precarias ni deficientes: las maquetas (estos diez inéditos y los primeros acercamientos a otras 14 canciones que sí conocíamos) se registraron en estudio y en formato de quinteto, con los ilustres Gonzalo Lasheras y Fino Oyonarte a cargo de la grabación y mezcla.

 

Es muy dudoso que podamos escuchar alguno de estos 10 tesoros sobre las tablas, más aún ante las acentuadas reticencias de Diego Vasallo a revisitar episodios pasados. Pero sería muy hermoso hacer la prueba con Voces de barrio, La colina del amor o Cerca del paraíso. Quizá sus intérpretes originales, que aún hoy conservan el vínculo afectivo, se llevarían una sorpresa. Tantos años después.

 

 

4 Replies to “Duncan Dhu: “Autobiografía (edición especial)” (1989, 2021)”

  1. Por cierto, de esas sesiones de grabación y descartes, están también Pobre diablo y Taxi Mex 103, incluidas en Grabaciones olvidadas. Y creo que Lentamente, posteriormente incluida en Naufragios, también estaba en las maquetas de Autobiografia.

  2. Es un disco que siempre me ha encantado, me pareció una apuesta valiente y rompedora para la epoca. Pasará a los anales de la musica española, como disco de referencia.

  3. Cerca del paraíso aparece en Supernova.
    La colina del amor es Adictos al amor en Cabaret Pop (1990)
    La lluvia cae es Territorio Mundaka en el disco Cabaret Pop (1990)

    1. Muy buen apunte, así es. Además, las maquetas de la colina del amor, el hombre del violín y el viejo camino de la vía de tren no son inéditas puesto que ya fueron publicadas como cd de rarezas en el recopilatorio 20 años de canciones.

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