Repasando este Fleetwood Mac de 1975, el trabajo que sirvió para constituir el auténtico dream team de la formación (Mick Fleetwood, John y Christine McVie, Lindsey Buckingham, Stevie Nicks), siempre queda abierta la tentación de preguntarse si no sería este un disco aún más fabuloso y perfecto que Rumours (1977), el destinatario tradicional de todas las miradas, uno de los dos o tres álbumes más vendedores en la historia de la humanidad. La comparativa es un ejercicio lúdico, ocioso e innecesario, que conste, pero pudiera darse el caso de que Rumours se beneficiase de las colisiones sentimentales (las rupturas entre los McVie y entre Stevie y Lindsey, los revolcones entre Mick y Stevie, los reproches explícitos en las letras a señoras y señores con los que estás cantándolas, la mítica foto de la Leibovitz con los cinco en la misma cama) mientras que el tarro de las esencias se hubiera destapado, de verdad, dos años antes.

Podemos haber colocado en el lector este Fleetwood Mac en unos cuantos centenares de ocasiones, pero es difícil sustraerse a la tozuda realidad: por muy reiterada que sea su escucha, siempre dejará algún resquicio a un asombro renovado. Buckingham irrumpe con Monday morning (¿no es esa aún mejor apertura que Second hand news?) pero aparca ese punto de tradicional altanería con I’m so afraid: nunca se le escuchó lloriquear mejor. La novata Nicks se destapa con dos prodigios, el rock agitanado de Rhiannon y esa balada inmensa que es Landslide, que han terminado cantando vocalistas muy grandes (¡Dixie Chicks!). Pero lo de Christine (¡cómo te echamos de menos!) es, en este caso, de otra dimensión. Say you love me es la perfección pop al cuadrado, pero hay otras dos obras maestras en las que algunos quizá no hayan reparado tanto, la guasona Sugar daddy (tan buena como You make loving fun) y la maravillosísima Warm ways.

¿Cómo mejorar este disco? Solo con Rumours. O ni tan siquiera. En el fondo, nos da lo mismo. No hay disyuntiva que valga. Solo una indisimulada celebración: los Mac fueron entre 1975 y 1987 la banda más comercial del planeta, pero también una de las más pasmosas máquinas de precisión y belleza que el pop ha conocido en su creciente árbol genealógico. Y esto dista de ser una hipérbole: así son las cosas.

2 Replies to “Fleetwood Mac: “Fleetwood Mac” (1975)”

  1. Casualmente estas últimas semanas me he dedicado a disfrutar y luego destripar ambos discos, como diría Fernando, monumentales.
    La complejidad de matices requiere una escucha pausada con auriculares. Los voces tan aunadas que parecen un solo cantante hacen las delicias del pop bien hecho, armonías que a veces me recuerdan a los de Liverpool.

    Y ese maravilloso bajo que acompaña y no machaca deja espacio a Christine a dar sus toques de teclas discretos pero efectivos. Vaya compositores e intérpretes.

    Efectivamente, medallas de oro y plata a estos dos grandes discos de los 70… que se separan por milésimas. Solo con este disco del 75 serviría para estar en el olimpo de los grupos, pero luego llegó Rumours…

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