Respecto a Dinosaur Jr. cargamos desde hace tiempo con la incertidumbre de si sí o si no, de si sus artífices prolongarán la aventura o acabarán dejándola orillada para someterla ya a la evaluación definitiva -a buen seguro en torno al notable alto- de los historiadores de la música popular. Pero en lugar de que nos atormenten las dudas deberíamos disfrutar de la situación actual, en último extremo deliciosa: los dinosaurios no se han extinguido del todo, y mientras tanto su principal artífice continúa afianzando una trayectoria en primera persona cada vez más relevante. “Elastic days” no es solo un disco sólido, sino adorable, el refrendo de un cerebro poroso y abierto a influencias que, a sus 53 años, se muestra capaz de disparar canciones que no dejan de frecuentar la zona central de la diana. El Mascis solista siempre frecuentó los ambientes acústicos frente al hombre de colmillo afilado que definió una parte sustancial del sonido estadounidense de los noventa. Pero estos “Días elásticos”, haciendo bueno su título, llegan a un delicioso punto intermedio electroacústico: sus grandes guitarras acústicas dejan margen para el punteo y el arrebato de genio. Nada mejor que “Sometimes” para demostrarlo, aunque ese tramo central del álbum, con el tema que lo titula, “Concrete” o “Cut stranger” es directamente irresistible. El de Massachusetts sigue siendo dueño de una voz muy característica, con ese punto arrastrado y perezoso que ha dejado huella desde Pavement a incluso Counting Crows. Pero los 53 años le permiten una vocación seguramente más melódica que nunca, más amante de la canción entrañable que de la acidez como ingrediente primordial. Elasticidad, que se dice. O madurez. Todos salimos ganando: su figura, su trayectoria solista y no digamos ya nosotros.