¿Cómo no íbamos a enamorarnos de este disco? Nos gusta que sea un debut, porque deja todas las puertas abiertas y las expectativas altas. Seducen esas segundas voces femeninas, en este caso por cortesía de Jacki Warren, y no deja de resultar divertido que, por culpa de este trío, hayamos tenido que curiosear en Google por dónde demonios cae exactamente Grand Rapids, la población de Michigan de la que provienen. Bien está saberlo, porque nos dice la intuición que detrás de Jacob Bullard, el jovencito que canta, escribe y toca casi de todo, quizá nos encontremos con un pequeño geniecillo de la música popular. Un veinteañero trémulo, más en concreto, que ha escuchado mucha de la gran música que sonaba en la onda media estadounidense durante los años setenta y que ha absorbido las enseñanzas que moraban entre los vinilos de sus padres.

 

Más allá de las tenues reminiscencias beatles en el tema titular, que abre la colección, encontramos la herencia de Big Star en Who I will be y dos joyas enormes en los casos de Mary y Radi-Yum: la primera, ensoñadora y contemplativa; segunda, con mordiente psicodélica y cencerro chuleta. La segunda mitad (o cara B) es más acústica y evocadora, y se abre con un Step out tan delicioso que parece directamente un préstamo de Josh Rouse. Y así se cuenta la historia de los grandes estrenos. Porque este, desde luego, deja las esperanzas en el cielo y un regusto a néctar en los labios. ¿Alguien dispuesto a acercarnos por nuestros escenarios a estas jóvenes criaturas?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *