Ni los más rendidos seguidores de Yes, condición para la que algunos acreditamos nuestros buenos quinquenios ininterrumpidos e incondicionales, le hemos prestado nunca demasiada atención a este disco, patito feo hasta en el título; oveja negra más que gato, por más que se empeñara el eterno portadista Roger Dean. A raíz de un recién publicado álbum en directo, Topografic drama, se ponía en bandeja la idea de retornar a este trabajo huérfano; único por solitario, que no por excepcional. Jon Anderson y Rick Wakeman habían puesto tierra de por medio, y la solución para resolver el entuerto fue tan insólita como fichar a Trevor Horn y Geoff Downes; es decir, The Buggles, que venían del inmenso éxito de Video killed the radio star. Más que una sustitución, aquello le pareció a medio mundo un injerto, de manera que casi nadie escuchó Drama y Yes se disolvió en 1981 para regresar de manera casi accidental en 1983 con 90125, la entrega que incluía la popularísima Owner of a lonely heart, una reinvención que nadie habría imaginado y que sirvió para redefinir el sonido hacia un apoteósico rock comercial.

 

Ahora bien, ¿mereció Drama aquel ninguneo que el común de los mortales acabó endosándole? Sucesivas escuchas con la perspectiva de los años, y ya sin condicionantes ni inquinas desaforadas, hacen pensar que no. La inesperada versión en directo de Topografic drama lo refrenda: los diez minutos inaugurales de Machine Messiah son magníficos, igual que Run through the light o Tempus fugit.

 

Lo mejor de Drama es que suena a muy legítimo rock sinfónico en un año en que nadie hacía sinfonismo que no pareciera caduco, trasnochado, desnaturalizado o todo a la vez. No intentaremos aprovechar aquí para convencer a la parroquia de que desempolve el descabalado Tales from topographic oceans o aquel flojísimo Tormato, de 1978. Pero en este disco que no llegamos a escuchar había mucha más cera de la que imaginábamos.

7 Replies to “Yes: “Drama” (1980)”

  1. Compré Drama en Inglaterra cuando tenía 12 años en un viaje. Es otro Yes, pero para mí tiene muy buenos temas y un sonido muy potente. Tormato también me gusta mucho. Recuerdo que años después Rick Wakeman estuvo en la TVG en Santiago y comentó que el problema de ese disco era que estaba en una tesitura muy aguda. Es cierto, pero me sigue gustando. En una de las películas del director de La gran belleza sale una versión ( muy mala) de Onward de Chris Squire que forma parte de Tormato. Un gran tema, como Madrigal, por ejemplo. Viva YES!!!!

  2. Saludos, de verdad que el Drama me gustó bastante de un inicio, no todos los temas, es mas así conoci recién a Yes… El Tormato y algunos temas del París Sessions, ya son pre Drama. A propósito, el Tormato me encanta, incluso lo pongo de fondo cuando hago ecografias, y lo escucho mucho más que Yes Album

    1. ¡Anda, qué gracia! Puede que “Tormato” sea el álbum que menos he escuchado de toda la discografía de Yes. Le daré una nueva oportunidad a raíz de tu comentario, aunque sea sin máquina de ecografías muy a mano… 🙂

  3. Fernando me gusta tu enfoque, yo también hice a un lado por años a DRAMA.
    Años después lo volví a escuchar y lo redescubrí positivamente.

    1. Qué bien, Jimmy. Me alegra qué reivindiques estos discos “huérfanos”. A mí “Tormato” se me atraganta bastante, honestamente, pero es fantástico encontrar a un defensor… 🙂

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *