Dos o tres lustros antes de convertirse en uno de los estandartes más irrefutables en toda la historia de la música soul, un jovencísimo Curtis Mayfield se iba curtiendo en el sector haciendo las veces de compositor en la sombra para distintas bandas emergentes; en particular The Impressions y su líder, Jerry Butler, en solitario; pero también Wade Flemons, Gene Chandler o Butler a dúo con la encantadora Betty Everett. Este adorable doble vinilo rescata, documenta y categoriza ahora 27 de aquellos títulos en un viaje por el tiempo y la memoria que abarca el periodo comprendido entre 1958 y 1965 y aporta 70 minutos de pequeñas joyas que obtuvieron entonces una atención fugaz y corrían el riesgo evidente de acabar sepultadas por el olvido.
Curtis Lee Mayfield no había cumplido –¡atención!– ni siquiera los 16 años cuando descubrió a Jerry Butler & The Impressions con la encantadora For your precious love. Solo medio año más tarde, en noviembre de 1958, la banda ya estaba inmortalizando en el estudio un original de Mayfield, At the County fair, y en marzo de 1959 ya llegaría el primer casi éxito en el casillero de nuestro genio de Chicago, un Senorita I love you que merece, sí o sí, la bendición de la posteridad. Y es una percepción que refrendan otros clásicos primerizos como That you love me (abril de 1960) o At the party, para Wade Flemons (marzo de 1961) y Rainbow, en la voz de Gene Chandler y con etiqueta de noviembre de 1962: prácticamente la primera canción de un Curtis ya veinteañero.
Eran composiciones párvulas y candorosas, sin duda, pero particularmente bellas. Y ya influyentes, aunque fuese desde una perspectiva seminal. El muy ilustre James Miller, que en su día estuvo al frente de la revista Rolling Stone, recuerda que las primeras canciones de Mayfield para Jerry Butler (con o sin The Impressions) estaban muy inspiradas por el entonces omnipresente calypso (¡Harry Belafonte!) y acabarían sirviendo como espejo para las grabaciones iniciáticas de Bob Marley al frente de los Wailers. Y todo, a partir de una feliz coincidencia: Butler era tres años mayor que Mayfield –una distancia sideral, a esas alturas de la vida–, pero habían coincidido en un coro juvenil de góspel, los Northern Jubilee Gospel Singers, y el primero se convirtió en una especie de mentor y protector del segundo.
La confluencia Butler/Mayfield resultaría particularmente enriquecedora, como documenta bien este doble álbum. El tándem compuso piezas muy meritorias para Jerry en solitario, en particular He will break your heart, y deslizó con I’m a telling you (junio de 1961) un muy embrionario ejemplo de la predisposición de Curtis hacia letras de contenido social, cotidiano y callejero, lo que se convertiría con los años (recuerden: Move on up) en santo y seña de su trabajo más quintaesencial. Eran los primeros indicios genuinos de una personalidad artística abrumadora, que llevó a Mayfield a crear –aún en los sesenta– un sello discográfico propio, Curtom, debutar como artista en solitario de manera ya inminente (Superfly, 1970) y escribir para bandas sonoras a la medida de Gladys Knight, los Staple Singers o Aretha Franklin. Ahí queda eso.
The soul and songs… se detiene bastantes años antes que todo eso, pero pone el foco en un periodo apenas divulgado y absolutamente reivindicable y enternecedor. De paso, nos hace recordar al muy olvidado Gene Chandler (escuchen el regalo de Curtis con Man’s temptation) y recupera el foco sobre el interesantísimo Jerry Butler, que tras desligarse artísticamente de Mayfield desembarcaría en 1968 en Filadelfia para trabajar junto a los fabulosos productores Kenny Gamble y Leon Huff. Una maravilla poder reconstruir ahora los cimientos de todas estas historias determinantes para la música negra.