Hubo un momento, a la altura del fabuloso “Fate” (2008), en que Dr. Dog parecía la única alternativa posible al reinado plenipotenciario de Wilco en el reino del americana. Luego aquellas expectativas se fueron desdibujando, pero la nueva entrega de la muchachada de Philadelphia (en la calle este viernes 27) reactiva, y de qué manera, las mejores sensaciones. Quizá porque no todos los días se publica un décimo álbum (ni, ya puestos, se estrena casa discográfica), este “Critical equation” suena a golpe orgulloso en la mesa, a mano generosa en ases. El paralelismo ya no es tanto con las huestes de Jeff Tweedy como con las de Ben Bridwell, pero seamos honestos: ni en sus mejores sueños han rubricado por ahora Band of Horses un álbum tan arrollador, intenso y deslumbrante como este. Pervive el barniz psicodélico de los comienzos (“Go out fighting”), afloran los baladones con teclados viejunos que parecen escritos muchas décadas atrás (“Buzzing in the light”, la trémula “Night”) y estalla el mejor instinto pop de Toby Leaman y Scott McMicken en “Virginia please”, con ese bajo Motown y unas armonías vocales adorables de la banda al completo. Añadamos “Heart killer”, con la que solo pueden entrar ganas de desgañitarse, como en una versión refinada de Cheap Trick, y habremos redondeado el gran álbum perruno de la década. Y es que a la décima, en efecto, fue la vencida.