La idea de la que parte De osas y gatos, esta sorprendente tarjeta de presentación del hasta ahora apenas conocido músico y compositor madrileño Jorge Moreno, es original y magnífica. Y su plasmación definitiva, a lo largo de 40 minutos que suenan como una suite subdividida en 10 movimientos, aún engrandece más el concepto original.

 

Este trombonista de 33 años natural de Leganés, al sur de la capital, se hartó de escuchar una y mil veces que en la Comunidad de Madrid no existía música de procedencia tradicional más allá del chotis. Buceó en el cancionero de García Matos, un tesoro muchísimo menos divulgado de lo que debiera, y encontró piezas de municipios distribuidos por toda la región madrileña, desde La Cabrera a Villamanta, Pinto o San Sebastián de los Reyes. Las ordenó –y esta es una grandísima ocurrencia– no tanto por sus melodías o patrones rítmicos, sino por las estaciones del año en las que se interpretaban, en función de que fuesen, por ejemplo, cantos de siega, villancicos o pasacalles de carnaval. Y creó una obra propia que cubre todo el ciclo, desde el primer Invierno (que bebe de villancicos de La Cabrera y Colmenar del Arroyo) hasta un Epílogo que lleva un subtítulo inequívoco: De nuevo, invierno. De diciembre a diciembre, y vuelta a empezar, en menos de tres cuartos de hora.

 

Formado hasta el grado profesional en Conservatorio clásico, Jorge completó sus estudios en la Escuela de Música Creativa, de donde a buen seguro provienen muchas de las enseñanzas en torno al jazz contemporáneo y a los arreglos para big band que ha desarrollado en esta partitura. Porque De osas… se nutre de esos dos universos creativos, el folclórico y el jazzístico, se enriquece con ambos y los entremezcla con una naturalidad apabullante y muy alentadora, un ejemplo práctico de cómo los cruces de caminos sirven para llenar los zurrones de nuevas enseñanzas, experiencias, sabores y nutrientes.

 

Más de 20 músicos de la nuevamente efervescente escena jazzística madrileña, con piano, percusiones tradicionales (¡esos panderos cuadrados!) y una imponente sección de metales, se encargan de conducir la obra de Moreno por el mejor de los caminos. La suite suena variada, sugerente, sorprendente. A ratos muy rural, otras veces más rabiosamente contemporánea y en ocasiones, casi progresiva. Es muy bella la idea de abrirla con una interpretación solista de albogue o albogónese desconocidísimo cuerno rudo y ancestral de la sierra norte que se considera el único instrumento autóctono de la Comunidad de Madrid–, para retomar esa misma melodía, ya retorcida y reinventada por el autor, en el segundo corte de la obra, con Foedus al completo y en modo esplendoroso.

 

Moreno aprovecha el libreto, amplio, generoso y muy ameno, para explicar procedencias y utilidades de las distintas melodías que le han servido como materias primas. De chaval escuchó hasta la extenuación los discos de músicos tradicionales madrileños o castellanos como La Musgaña, La Bruja Gata o el Nuevo Mester de Juglaría. El muchacho ha ejercido también como periodista, trabaja como entrenador profesional de ¡balonmano! y está a punto de publicar una primera novela, Alone together, que toma su título de la pieza popularizada por Chet Baker. Gente así no solo nos representa; además, nos hace muchísima falta.

2 Replies to “Jorge Moreno + Foedus: “De osas y gatos” (2022)”

  1. Tremenda interpretacion , la orquesta insuperable y Jorge moreno todo un genio , no me canso de escuchar su musica.Felicidades.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *