Olly Knights y Gale Paridjanian estuvieron a punto de hacerse famosos a comienzos del siglo con “Feeling oblivion”, un casi éxito en tono acústico, vespertino y perezoso. Una preciosidad. Siguieron haciendo álbumes bonitos a los que les prestamos cada vez menos atención; desaparecieron del mapa y ahora, aunque nunca hayan dejado de publicar y nos ocupe ya su noveno disco, optan a una reconquista por el camino más inesperado. Porque Turin Brakes eran evocadores y sutiles como más al norte lo han sido Kings of Convenience, otros dos aliados masculinos (en su caso, noruegos) a los que imaginaríamos descalzos y rasgueando juntos las guitarras hasta el amanecer. Por eso desconcierta a veces el empaque de este “Invisible storm”, su entusiasmo expansivo, la apuesta por la euforia y los arreglos sobrecargados, tal que una producción de treinta y algunos años atrás. La decisión arroja resultados sugerentes y dispares. “Wait” es un single encantador, una píldora de optimismo y sol y energía y pericia y todo; de “Tomorrow” podríamos decir otro tanto y “Smoke and mirrors” se enraiza en esos medios tiempos muy etéreos, difíciles de memorizar, de los que Travis tantas veces hizo bandera. Cosa distinta es la irritante pachanga (palmaditas incluidas) de “Life forms”, la sensibilidad recargada del tema central, alguna otra cosa que chirría. Pero Turin Brakes, qué gusto, siguen abonados al pop con mayúsculas y todo es mejor a su amparo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *