A veces, de los episodios desdichados pueden surgir oportunidades alentadoras. Dies d’attrezzo es en buena medida fruto de una fatalidad, de un proyecto para un largometraje (Truc, de Javier García Lerín) que se malogró por el camino. Lejos de contrariarse, los mallorquines prosiguieron con la escritura de canciones para terminar materializando un quinto elepé delicioso, tierno y juguetón, una fresquísima bocanada de aire impregnado de Mediterráneo y salitre. Si queremos imaginar una tarde perezosa, de sol indulgente y promesas de sensualidad, he aquí una banda sonora irresistible y seductora.
Los palmenses Lluís, Àngel, Biel, Xavier y Guillem son jóvenes, risueños, guasones, lúcidos y lo bastante enamorados del pop chisporroteante como para retratarse con un aparatoso radiocasete estéreo entre las manos, un artefacto que nunca habrán utilizado y quizá rescatasen de algún polvoriento trastero familiar. De ahí proviene ese gusto por la melodía cariñosa y determinados cantos a un amor franco y pletórico: 24/7, con sus deliciosos aires tropicales, la risueña Bomba de fum o la adorable Fotogrames, donde se juega a la onomatopeya entre “tant” e “instant”.
Con todo, puede que la más nítida prueba de esas buenas vibraciones radique en la insólita alternancia en las voces cantantes, puesto que hasta cuatro de los cinco integrantes de Da Souza asumen el liderazgo interpretativo a lo largo de estas 12 piezas. Ninguno despunta por unas virtudes vocales deslumbrantes, pero todos se complementan en ese aire dulce y etéreo, como de abrazo y ensoñación. No es extraño que Antònia Font, referente balear por antonomasia, los hayan convocado como teloneros en el Palau Sant Jordi, pero en Da Souza hay toneladas de potencial como para ascender hasta los puestos de mayor alarde tipográfico en los carteles.
Las sorpresas van desde el evocador guiño al dub y el reggae en Diarro, con la voz y el precioso saxo soprano de Eva Fernández como aportación externa, a la sabrosa rítmica de Calor de juny, una oda a la holganza, y no digamos la cómica asociación de ideas entre la rumba, los robots de limpieza y la electrónica (Robots de neteja). Hay mucho ingenio reconcentrado en este cancionero que prefiere casi siempre ceñirse a los dos minutos y medio antes que a los tres. Cosas de la espontaneidad, el gran punto fuerte de estos encantadores Da Souza.
La música no tiene fronteras! El Mediterráneo siempre nos depara buenos sonidos e imaginación para construir cosas nuevas y frescas. Gracias por tanto descubrimiento Fernando.