Quienes han divulgado las peregrinas teorías musicales recientes sobre la apropiación cultural indebida sufrirían espasmos fulminantes y entrarían en colapso si supieran de la existencia de una formación como Dean Can Dance. Este dúo singularísimo y de vida milagrosamente longeva lleva tres décadas y media buceando con toda la pasión y el respeto, desde sus orígenes australianos y posterior residencia londinense, en la herencia de la música árabe, bizantina, medieval o del Este europeo. Que las mentes más susceptibles y recataditas ni se acerquen por asomo a este Dionsysus, reencuentro de Brendan Perry y Lisa Gerrard tras seis años de silencio discográfico y auténtica bacanal sonora en los territorios de las resonancias tribales, el Mediterráneo o el Norte de África.

 

Si Anastasis (2012) se aproximaba más al concepto clásico de una colección de canciones, Dionysus prefiere explayarse en forma de dos suites, la primera de tres y la segunda de cuatro movimientos. Y resulta encantador comprobar cómo una de las quejas más extendidas entre los fieles de DCD radica en la brevedad de este álbum; teniendo en cuenta que sus 36 minutos suponen una extensión bastante corriente, los comentarios denotan el carácter absolutamente adictivo de estas dos piezas concebidas casi como voluptuosos viajes de la mente.

 

Perry sigue ejerciendo como cerebro en la sombra, aportando el adictivo repiqueteo del oud (laúd árabe), la agreste fujara (flauta eslovaca) y docenas de percusiones ancestrales. Quedan lejos los tiempos en que tomaba la voz cantante (The carnival is over) como una suerte de Jim Morrison de los ritmos étnicos. Gerrard vive su mayor momento de gloria en The invocation, donde parece más búlgara que sajona, y el trance se acentúa con el hipnótico Psychopomp final. Pero Dionysus no es tanto gloria como una pura bendición.

2 Replies to “Dead Can Dance: “Dionysus” (2018)”

  1. Increíble producción de Dead Can Dance nunca deja de sorprender y traer nuevas e interesantísimas mezclas de ritmos, lenguajes y sonidos auténticos y naturales.

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