Una de las cosas estupendas de este disco es ese “vol. 1” que desde el título augura más entregas. Por lo que a nosotros respecta, que sean las que este caballero tenga a bien. Me gustan Deacon Blue desde chavalín, cuando el mundo entero conoció su nombre; y me han seguido gustando, quizá incluso más, en su inesperado y generoso regreso de estos últimos tiempos, con una trilogía deliciosa (“The hipsters”, “A new house”, “The believers”) en el escueto cuatrienio 2012-2016. Y como el de Glasgow parece haber cogido carrerilla, ahora vuelve a cambiar el paso con un LP íntimo, reposado, encantador, en el que alterna sus piezas para voz y piano (que toca francamente bien) con aquellas en las que se cobija tras la tersura de un cuarteto de cuerdas. El vinilo circula a 45 revoluciones para que todo suene más límpido, más cristalino. Y Ricky alterna grandes nuevas páginas (“The Germans are our today”, “Siggi the bully”, “At my weakest point”), unas pocas versiones desnudísimas de los Blue (entre ellas, “I was right and you were wrong”, que en su formulación original nunca me gustó) y un tributo afortunadísimo: “Goin’ back”, clásico medio oculto de Carole King y un enorme argumento para adorar a esa señora. Total, nos encontramos ante un disco pequeño, recoleto, poco ambicioso en términos comerciales y sonoros, pero entrañable y exquisito; testimonio de un tipo inagotable, de un superdotado de la canción. Y que siga su estajanovismo sonoro, señor Ross…

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