Y, de pronto, un oasis. El que propone y en el que nos zambulle Kate Stables, mujer de universo personalísimo y escritura mucho más compleja de lo que se supone en el folk de filiación más o menos acústica. El quinto álbum de esta británica bajo el epígrafe de This Is The Kit refrenda su absoluta singularidad: pueden venirnos nombres femeninos con similitudes estilísticas, desde Jesca Hoop a Laura Marling o, claro, su en otros tiempos compañera de filas Rozi Plain, pero rara vez encontraremos estructuras musicales tan valientes y seductoras como en muchas de estas nuevas 11 composiciones.

 

Off off on se compuso en buena medida durante la gira que Stables compartió en 2019 (¡ah, qué tiempos aquellos!) junto a The National, y esa circunstancia define algunas de sus constantes temáticas: el viaje sin rumbo fijo, el arte de la contemplación, el paso de la vida como circunstancia disfrutable y dolorosa. Incluso la pérdida de tiempo y los tiempos muertos, sensaciones inevitables para cualquier hijo de vecino e inexorables dentro de una dinámica de traslados, pruebas de sonido, esperas eternas, limbos.

 

El mejor relato de esas circunstancias lo encontramos en This is what you did, grandísimo ejemplo de esa escritura absorta, reiterativa y absorbente que tan bien se le da a nuestra muchacha de Winchester. Y puede que el embeleso que insinúan esos arpegios en bucle ahonden en la sensación de vida ensimismada. Como si Kate cantase para ella misma, inmersa en un mundo peculiarísimo, pero contásemos con la suerte inmensa de que se hubiera dejado el micrófono abierto.

 

A la magia de la canción envolvente se le suman unos arreglos de metales muy ambientales y etéreos (Carry us pleaseStarted again), casi en la línea de Mark Isham. Y, sobre todo, la presencia de compases atípicos e irregulares, como en esa fantástica apertura titulada Found outOff off on es un álbum que se saborea desde el primer mordisco, pero al que no dejamos de encontrar sabores y sutilezas en los sucesivos bocados. Esta vez con la producción elegantísima de Josh Kaufman, el hombre detrás de Bonny Light Horseman y Muzz, la calidez de la media voz está asegurada. Comprobémoslo con la monumental Was magician, y comprendamos que TITK se colocan a la altura de la no menos inmensa Josienne Clarke a la cabeza del elenco femenino en el nuevo folk británico.

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