
#UnDiscoAlDía
Todos los días, de lunes a viernes, una reseña discográfica de actualidad nacional o internacional. Las novedades más esperadas, cuanto antes mejor, pero también los descubrimientos, las rarezas, los debuts…
Guille Galván: «Madrid, ext. (BSO)» (2025)
El guitarrista de Vetusta Morla compone para Juan Cavestany un collage prodigioso de sonoridades urbanas y callejeras, cotidianas o en vías de extinción, que sugiere una ciudad bulliciosa y en tránsito, pero no incurre en ninguno de los tópicos más recurrentes
Eladio y Los Seres Queridos: «B.S.O. 2005 – 2025» (2025)
Reivindicar un trabajo coherente, mimado, primoroso y a menudo muy bello sirve como justificación para este autohomenaje conmemorativo de estas dos décadas de andanzas del vigués Eladio Santos y sus compadres. Ojalá vengan otros tantos años más
Foreigner: «4» (1981, 2025)
En el restringido y competitivo ámbito de AOR, esta joya de 1981 sigue brillando como indiscutible obra maestra. La edición de esta caja antológica (cuatro cedés más blu-ray) aporta una canción fabulosa que en su día quedó a medio hacer y una entrega fantástica e inédita en vivo de la gira 1981-82.
The Divine Comedy: «Rainy Sunday afternoon» (2025)
Un álbum de belleza atemporal, que nadie sabría fechar de manera convincente con su sola escucha. Y el ejemplo de que el arte de conjugar estrofas, estribillos y buenas letras no tiene que limitarse ni a los consabidos tres o cuatro acordes ni a la habitual matraca de la margarita deshojada y el amor descarrilado.
Ove: «Daruma» (2025)
Son ocho canciones que ni superan siquiera el listón de la media hora, como corresponde a un disco que se asoma de puntillas por la estantería. Pero la sinceridad y la lucidez de estas piezas íntimas, sencillas, sentidas y casi susurradas multiplica el valor de su sobriedad
Varios: «The indispensable Doo Wop (1934-1962)» (2025)
El doo wop siempre se movió en la delgadísima línea entre lo sublime y lo ridículo, entre las armonías vocales prodigiosas y el empacho cursi y almibarado. Si sabemos aplicar una buena dosificación, estas 72 canciones, distribuidas a lo largo de tres cedés abigarradísimos, nos proporcionarán cinco o seis tardes de placidez y encanto superlativos.
Alberto & García: «Barro» (2025)
Este sexto elepé lo tiene todo para engatusar a una audiencia atenta, ecléctica y desinhibida: ritmo, inteligencia, sagacidad, baile y empatía. Un trabajo honesto, cabal y magnífico. Exento de pedanterías y accesible desde la primera bocanada, pero no por ello menos culto y reflexivo
Carlos Ares: «La boca del lobo» (2025)
El coruñés ha querido aprovechar el dulce momento creativo y la velocidad de crucero alcanzada durante la gira de presentación de sus primeras canciones para consolidar uno de los proyectos más insólitos, identificables y creativos que de nuestro pop de autor peninsular
Curtis Harding: «Departures & arrivals (Adventures of Captain Curt)» (2025)
En su búsqueda de un lenguaje de retrosoul, a Curtis Harding le asiste el mérito nada frecuente de no emular a los clásicos y haber conseguido parecerse solo a sí mismo. Su cuarto elepé lleva esa ambición aún más lejos al imaginar una suerte de expedición espacial, una aventura de ciencia ficción mucho mejor que cualquier telefilme vespertino.
Parcels: «LOVED» (2025)
12 canciones de amor agridulces a ratos, rabiosamente contagiosas sin excepción, infatigables en su búsqueda (y localización) del gancho melódico, apabullantes a la hora de exprimir las armonías vocales entre estas cinco criaturas y adictivas en su puesta al día de las técnicas con las que nuestros papás y abuelos lo daban todo en las pistas de baile.