No hay disco irrelevante en la siempre sustantiva trayectoria de The New Raemon. Tampoco lo hay complaciente o de acceso sencillo: nunca buscó Ramón algo remotamente parecido a un éxito instantáneo, y esa exigencia consigo mismo se transmite de inmediato al receptor. Coplas de andar torcido es su séptima entrega y acaso la más amarga, angustiada y oscura de todas ellas, lo que la convierte en el envés de su antecesora, Una canción de cuna entre tempestades (2018). Si entonces la penumbra se veía nítidamente matizada por la luz que aporta un chiquillo de corta edad, aquí el peso de los años y el pánico al envejecimiento se abren paso sin contemplaciones. Estas Coplas no son solo sustanciales, sino, ante todo, existenciales. Aunque la perspectiva maree, o más bien aterre.

Situada a partir del minuto 10, pero en funciones casi de espina dorsal, El árbol de la vida se erige en el capítulo más revelador de toda la colección. “Empezamos a morir al nacer / Luego brota la semilla del miedo”, empieza a relatar Rodríguez casi como una plegaria envuelta en pánico. La pieza es hermosa, muy hermosa. También estremecedora. Más aún si le sumamos sus esplendorosos arreglos de cuerdas, de un dramatismo inusitado.

Esa pequeña concesión ornamental es aún más llamativa en el contexto de una obra sucinta, más enfocada hacia las guitarras acústicas, algún chisporroteo electrónico de David Cordero, el violonchelo plañidero y casi jondo (Días de rachas grises) y las puntuales segundas voces de Anni B Sweet, nombre ilustre que Raemon no quiere utilizar como reclamo efectista ni para algún dueto al uso. Lo nuclear es aquí el mensaje, y ese está claro. La vida duele. A Ramón, también. Solo que él tiene talento, y coraje, para contarlo. Hacía mucho que en nuestro pop-rock no había nadie que se desangrara de una manera tan conmovedora. “Cinco cuerdas suenan, si pongo la sexta me voy a ahorcar”, murmura Ramón en Ropa mal colgada. Que la amenaza no pase nunca de la poesía, porque le necesitamos. Imperiosamente.

(La edición física de ‘Coplas del andar torcido’ no verá la luz hasta el 26 de junio de 2020)