Transcurren los años a tanta velocidad como para que Michael Holbrook transite ya por su quinto álbum y haya pasado del veinteañero de alegría contagiosa que nos deslumbró con aquel Life in cartoon motion (2007) a este mocetón de 36 primaveras que se reivindica ahora en nombre propio, más allá del alias con que le conocemos sobre los escenarios. Pero lo sustancial, sin duda, permanece: un instinto pop casi infalible, ese gusto por los estallidos de colores y las melodías luminosas, la capacidad para abocarnos al tarareo casi sin darnos cuenta y, claro está, ese rango vocal envidiable, capaz de desembocar en un falsete extremadamente natural en cualquier momento. My name is… puede tener un aire más maduro y sosegado que, por ejemplo, aquel brillante The boy who knew too much de una década atrás, y los estribillos desbocados de entonces pierden algo de fuelle frente a la sofisticación casi de yacht-pop que encontramos en la deliciosa Sanremo. El pop instantáneo y chisporroteante comparece en Platform ballerinas, pero la paleta de colores, en un hombre tan cromático en portadas y espíritu, se expande en la que acaso sea su entrega más elaborada y versátil: la brutal Ice cream haría sentirse muy orgulloso a Prince, Tiny love se arrima a Elton John (no debe de ser casual el parecido del título con Tiny dancer), Ready to call this love (con la irrupción de Jack Savoretti) opta al título anual de madre-de-todas-las-baladas y el espíritu acústico aflora en la confesional I went to hell last night, con regusto beatle y los arreglos más minuciosos del lote. Michael ha alcanzado esa edad en la que puede ser más confesional y sincero que nunca, y eso afecta no solo a su adscripción LGTBI sino al carácter más reflexivo y agridulce de muchas letras. Pero las vibraciones pop, en el caso de Mika, acaban prevaleciendo siempre. Escuchemos Stay high e imaginemos la fiesta que aguarda cuando suene en directo en su inminente visita: vayan practicando palmas y saltos, por lo que pueda avecinarse.

4 Replies to “Mika: “My name is Michael Holbrook” (2019)”

  1. He seguido a Mika desde su primer album, Life in a cartoon motion fue amor a primera vista, con ese regusto canalla tan Freddy Mercury que le noté y que tanto echaba de menos
    Después, ha sido una montaña rusa que nunca ha llegado a la decepción, siempre con temas sobresalientes. Este disco no podía ser menos y Mika sigue brillando más maduro pero chispeante bajo la superficie.
    Lo que me chirría de tu acertado comentario es la mención a su adscripción LGTBI que también pones en la etiqueta. El arte no se constriñe. No me interesa la vida privada y gustos de Michael Holbrook, sólo arte. Como heterosexual disfruto de sus discos de forma intensa. Circunscribir qué nos gusta y que no en función de si las inclinaciones sexuales del autor coinciden con las nuestras es de una cortedad de miras extrema. Disfrutemos del Arte en todas sus facetas, sin importar nada más allá. Seamos libres de estas nuevas cadenas y etiquetas.
    Un saludo respetuoso.

    1. Muy de acuerdo, Miguel Ángel. El arte es disfrutable en cualquiera de los casos. Simplemente, Mika ha adquirido una condición icónica y como referente para el colectivo LGTBI, y como tal se hacía constar. Sin más, pero también con ánimo de normalización y visibilización. Más allá de la melomanía, esta es una página desde la que siempre se defenderá la diversidad, la tolerancia y los derechos humanos. Otro saludo afectuoso para ti.

  2. Estimado Fernando, gracias por el post, me tomare el tiempo de escuchar el nuevo album de Mika, lastimosamente por motivo de trabajo y otros deje de ponerme al dia en musica. Saludos desde Peru.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *