Los chicos rudos y en apariencia desastrados, muchas veces lo hemos podido constatar, también tienen su corazoncito. Lo evidencia este prodigio del irlandés Rory Gallagher, guitarrista enorme y bluesman muy sincero al que perdimos de manera prematura y terrible (solo 47 años tenía en 1995 cuando no salió bien aquel transplante de hígado). Desde entonces ha quedado en el limbo de los muy amantes del blues o el hard rock, pero Calling card bien merecería la bendición de un culto mucho más extendido. Porque resulta espléndido y mucho más ecléctico de lo que pensarán las mentes perezosas.

 

Después de cinco álbumes y recién fichado por la poderosa Chrysalis, el muchacho de Donegal aspiraba a dar el estirón y consiguió persuadir a Roger Glover, el bajista de los todopoderosos Deep Purple, para sentarlo en la mesa del productor. Incluso Secret agent, con sus orgullosas pinceladas de órgano, parece un guiño a las teclas de Jon Lord. Rory había figurado en las quinielas para suplir a Mick Taylor en los Rolling Stones. En España contaba con algún fan tan entregadísimo como el joven Rosendo Mercado, que compró la primera entrada de un concierto en el Teatro Monumental de Madrid. Solo faltaba conquistar las listas de éxitos.

 

Ni Calling card ni sus sucesores lograron culminar ese asalto. Gallagher quizá pareciese tosco, troglodítico, con Moonchild destacando aquí como hito evidente del rock duro. Era una visión restringida: en Jack-knife beat latía algo del espíritu de The Kinks, Barley & grape rag, deslumbraba por su pura filigrana acústica a pie de pantano y, por supuesto, asomaba esa enormidad titulada Edged in blue, a la altura de lo más granado del mejor Clapton. Una sensación que se repite con Where was I going to?, aunque de esta rareza no tuvimos conocimiento hasta la reedición de 2012.

 

Había aquí, bien se ve, margen para la sorpresa. Abríamos con Do you read me, blues-rock de libro, pero Country mile se escoraba más al boogie. Y en mitad del disco nos encontrábamos con I’ll admit you’re gone, balada sensacional y desconsolada sobre la pérdida y el abandono, un retrato dolorido de un corazón que ha saltado en pedazos. ¿Se dan cuenta como, pese a las apariencias, nos encontrábamos ante un chico sensible?

One Reply to “Rory Gallagher: “Calling card” (1976)”

  1. Creo que no podria estar más de acuerdo contigo, Fernando, desde “‘Calling card’ bien merecería la bendición de un culto mucho más extendido.” hasta “y, por supuesto, asomaba esa enormidad titulada Edged in blue, a la altura de lo más granado del mejor Clapton”.
    Aquí está en formato cuarteto (yo prefiero el otro formato, el de trio -el de “power trio”) pero suena increíble.
    Nos cuentas, Fernando, que Rosendo Mercado, quinto mío, pero mayor que yo unos meses (él es de febrero y yo, de julio) tuvo la suerte de verlo en el MONUMENTAL: yo tuve que esperar unos años para verlo en 1979, en el pabellón de deportes del Real Madrid y aquello fue una fiesta (además literalmente ya que era dia de su cumpleaños y nos regaló unos cuantos BISES).
    Gracias, Fernando, por recordar estas obras.
    Para terminar: Rosendo consiguió entrada para verlo en el Monumental: yo conseguí entrada (creo que era gratis) para verle a él (en ÑU) en el Monumental aquel año de 1975, creo recordar, cuando ganaron aquella muestra municipal o lo que fuera…

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