La vida entera cabe en el cancionero popularizado por Frank Sinatra. Willie Huge Nelson lo sabe, evidentemente, y se aprovecha de esa circunstancia para lanzar un álbum de versiones que, además de divertimento sabrosísimo, sirve como manifiesto vital. El mítico texano de las trenzas cumplirá 88 años esta primavera y sabe que ha de apurar hasta el último sorbo de la vida. Por eso no hay tiempo que perder, y este That’s life llega a nuestras manos apenas ocho meses después que aquel delicioso, entrañable y frugal First rose of Spring que nos alegró el oído con los primeros rayos del verano de 2020. Y lo hace para dejar claro que la sonrisa no debe abandonarnos nunca, tampoco en los últimos vericuetos del camino.

 

Escuchar a este viejito fabuloso acercarse a estas alturas a un clasicazo como You make me feel so young es, en efecto, de lo más rejuvenecedor con lo que ponerle banda sonora a nuestras expectativas de primavera. Y no hablamos solo de la estación, sino de un resurgir anímico y emocional.

 

Con Nelson ya no nos atrevemos a precisar el número exacto de sus álbumes en estudio, pero That’s life debe de andar cerca de la octogésima entrega. Entre ellas, los álbumes de versiones son tradición recurrente desde Stardust (1978), pero es que además el repertorio de Sinatra ya había merecido un acercamiento hace muy poquito, en 2018, con My way. Los dos trabajos no podían ser más distintos, a modo de haz y envés, y lo reflejan hasta sus portadas. Si el primero era noctámbulo, meditabundo y reflexivo, con la imagen en blanco y negro y ese gran foco de luz apuntando al protagonista frente al micrófono clásico, That’s life es colorista y juguetón, con el swing como bandera y salvoconducto para la felicidad. Basta comprobarlo en el frugal mano a mano con Diana Krall en I won’t dance, donde los dos protagonistas orillan cualquier aspaviento y se dejan mecer por unos metales livianos y juguetones. Quizá ellos no se pongan a bailar, pero a nosotros nos ponen las pilas.

 

Ese mismo impulso lúdico alienta That’s life, tema miles de veces visitado y aquí enriquecido con la armónica de Mickey Raphael, excelente en sus pinceladas durante todo el disco. El aire abolerado de Luck be a lady es otro de los momentos culminantes, aquí con los metales ya en combustión intensa. Y el capítulo más sentimental, la siempre bellísima In the wee small hours of the morning, suena más soñadora que compungida. Como con su precioso antecesor de la temporada antecedente, esta nueva entrega de Nelson suena más agradecida con la vida que acongojada por el invierno. Y esa vuelve a ser una lección magistral, no solo en lo que se refiere a la música.

 

 

2 Replies to “Willie Nelson: “That’s life” (2021)”

  1. Me encanta este album. El dueto con Diana es muy bueno, y es que ademas son fan de Krall. Excelente descripción. Felicitaciones.

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