Jarvis Cocker es un geniecillo evidente, menuda obviedad. Pero también razonablemente discontinuo, intermitente, impredecible. Esta encarnación como JARV IS…, impulsando el verbo desde el propio sustantivo, supone un movimiento inesperado pero mucho más feliz de lo que el escepticismo reinante pudiera decretar de antemano. Tómense los incrédulos al menos la molestia de desprecintar este álbum de primoroso arte gráfico minimalista. Descubrirán un trabajo más centrado en el pop de lo que harían sospechar los continuos zigzagueos de Cocker, más aún de una década a esta parte. Y se encontrarán con una extraña unidad de acción creativa pese a la aparente disparidad estilística: Beyond the pale es el retrato contemporáneo de un hombre de 56 años que no tiene interés ni necesidad en ocultar el DNI.

 

Lejos quedan, claro, los añorados tiempos felices de Pulp, pero también sus ya lejanos estrenos solistas, Jarvis (2006) y Further complications (2009). Sus inquietudes se centran ahora en estas siete nuevas canciones, muchas en torno a los seis minutos. Tranquilos: ni son pocas ni se hacen largas. Se nota que han nacido de procesos de escritura colaborativos, en compañía de la banda y durante talleres con el público a su paso por festivales. Y todo ello permite al de Sheffield ampliar con naturalidad el radio de acción. La apertura, Save the whale, constituye un homenaje evidente a un Leonard Cohen maduro; no octogenario, pero sí inmerso en los cincuenta y tantos… Must I evolve? representa una incursión deliciosa y nada timorata en la psicodelia. Sometimes I am pharaoh nos acerca al Bowie experimental de Blackstar. House music all night long apela, claro, al baile y las altas horas para terminar pareciendo un original de Edwyn Collins pasado por un estudio de remezclas.

 

Nada tan rematadamente brillante, en cualquier caso, como Am I missing something?, puro art-rock de altísimos vuelos, casi siete minutos de levitación sonora. Cocker siempre fue cáustico, lúcido, mordaz, imaginativo. Ninguno de esos adjetivos es, a día de hoy, moneda común de cambio en la escena internacional. Por eso hay que desprecintar Beyond the pale. Con urgencia.

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