El término dream pop ha terminado gozando de cierta popularidad en estos últimos lustros, pero formaba parte de esas extravagancias solo-para-los-muy-enterados en los años seminales del movimiento, hacia mediados de la década de los ochenta. Por entonces sí que se hablaba del movimiento shoegaze, primo cercano de aquel pop para soñar aunque, por norma general, bastante más ruidoso y eléctrico. Son formas de expresión que siguen gozando de plena vigencia, y hasta puede que un predicamento creciente como reacción frente a la creciente ramplonería de los ritmos urbanos. Por eso se agradece tanto una antología como esta reciente propuesta cuádruple de Cherry Red, con seguridad el mejor sello que nos viene ahora mismo a la cabeza para los amantes de los recopilatorios y las rarezas. Y esta caja vuelve a ser un deslumbrante ejemplo de su vocación melómana, minuciosa y virtuosista.

 

No es la vez primera que la insaciable disquera británica le hinca el diente a los territorios del pop ensoñador y las miradas absortas a la punta de los zapatos, que en 2016 ya fueron objeto de disección y estudio a parte de una pantagruélica caja quíntuple, Still in a dream: A story of shoegaze 1988–1995. Ahora la propuesta gira más hacia la modalidad etérea y se vuelve más fascinante en cuanto a la búsqueda de bandas y materiales muy poco trillados. Porque más allá de los seminales Cocteau Twins, glosados mediante uno de sus sencillos más populares (Iceblink luck), y de la eterna y añorada Julee Cruise con Falling, el tema central de la serie Twin peaks, no hay entre estos 65 cortes apenas ocasión de aferrarnos a piezas muy familiares. Para eso, a fin de cuentas, ya tenemos los motores de búsqueda y las estadísticas de las plataformas.

 

Pocos podrán concederse de un tirón el menú íntegro de cuatro horas y media, pero el esfuerzo, ya sea intensivo o dosificado, merece la pena por la profusa acumulación de sorpresas y hallazgos que depara. Ni siquiera las bandas más admiradas comparecen con temas populares: de Talk Talk se nos sirve Eden y con The Dream Academy recurrimos a su olvidado tercer disco para reencontrarnos con su fabulosa lectura de God, de John Lennon. Asoman los mismísimos The Cranberries, pero con una pieza muy inicial y bisoña, la adorable Them. Y, en fin, terminan apareciendo todos los nombres que nos vendrían a la cabeza, o aquellos que se nos olviden en un primer recuento y ante los que solo nos quede la opción de la reverencia: David Sylvian (que para el gremio es casi Dios, a todos los efectos y por seguir con la terminología lennoniana), Lush, Low, Mojave 3, los minusvaloradísimos This Mortal Coil, Red House Painters, The Chameleons, Dubstar, Slowdive, The Sundays (otros que debieron llegar mucho, muchísimo más lejos), los inexpugnables Spiritualized, los místicos Dead Can Dance y, ya en la parte cronológicamente más reciente, Saint Ettiene.

 

A partir de ahí, a menudo hay que tirar de buena memoria o documentación exhaustiva para ir siguiendo el discurso. En realidad, lo mejor es curiosear, picotear e ir cruzando percepciones personales con las anotaciones del libreto, que, como siempre con esta factoría fonográfica, es austero y poco ostentoso pero documentado y sabrosísimo. Solo desde Cherry Red se atreverían a precisar, por ejemplo, que los fundadores del propio término “dream pop” fueron el dúo británico A.R. Kane, al que en justa correspondencia se les otorgan los honores del tema inicial con un single de 1987, Lollita. No conocíamos al insólito Louis Philippe, periodista deportivo reconvertido en creador experimental. Tampoco esa ignota cara B, Grey skies, de los raros Secret Shine. Y emociona tropezarse con los noruegos Bel Canto (Unicorn), a los que en 1992 los entendidos saludaron con euforia como herederos de Cocteau Twins con el adorable álbum Shimmering, warm & bright, aunque desde entonces su actividad ha sido intermitente y poco reconocida.

 

Añoranzas. Curiosidades. Melomanía con pedigrí. Todo ello confluye en Cherry stars collide. La piscina es profunda y cubre muy por encima de nuestras cabezas, pero bien merece la pena esta zambullida.

2 Replies to “Varios: “Cherry stars collide. Dream pop shoegaze & ethereal rock 1986 – 1995” (2023)”

  1. Gracias Fernando

    Buena selección diaria de discos. Estoy disfrutando todos los días descubriendo cosas nuevas o recordando temas casi olvidados
    Tengo 30 min de tren al trabajo todos los días bien aprovechados
    Espero a ver que publicas mañana!
    Gracias

    1. Hola, Eduardo. Me alegro mucho de que la página sea un buen compañero de tren. Adoro las lecturas en los trenes, así que me resulta muy halagador tu comentario. Ojalá sigamos contando con tu compañía 🙂

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