Nadie esperaba el regreso de una vieja gloria como Alan Parsons en 2019, cuando rompió un silencio de tres lustros para hacer entrega de un trabajo, The secret, mucho más que aceptable; seguramente el mejor desde que finiquitó su largo y fructífero periodo como The Alan Parsons Project. Con From the new world hemos perdido, sin embargo, el efecto sorpresa. Pese a la pandemia, al célebre productor y compositor londinense ya se le intuían sus renovadas ansias discográficas con la edición no ya de uno, sino de dos álbumes en directo (The neverending show: Live in the Netherlands y One note symphony: Live in Tel Aviv), más redundantes que complementarios. Y esta nueva entrega, la decimosexta en estudio de toda su trayectoria, asume la condición de secuela del propio retorno en un detalle nada menor: el segundo corte, The secret, se titula precisamente como el trabajo al que sucede.

 

Parsons ha querido hacerle un guiño a la sublime Sinfonía del nuevo mundo, de Dvorak, con el título de un álbum con el que demuestra que 73 años es una edad estupenda para la vida activa y su renovado compromiso con el rock y la vida en la carretera después de la pesadilla vírica. El guiño se complementa y explicita con una versión de Goin’ home, la canción que uno de los alumnos más avezados del propio Dvorak, William Fisher, hizo hace ahora justo una centuria a partir de la melodía del largo de la sinfonía, para la que concibió una letra sobre conexiones interculturales que encajaba muy bien con el espíritu de la obra original. Y sirva todo esto para refrendar que el compromiso de nuestro ilustre personaje con el pop trufado de modales sinfónicos no solo permanece, sino que se consolida con el paso de los años.

 

From the new world es, en ese sentido, una entrega muy continuista, concebida para resultar familiar, afable e inconfundible a los seguidores de siempre y sin el más mínimo gesto hacia los melómanos de las nuevas generaciones. Sirva todo ello no a modo no de crítica, sino de constatación. Parsons aún cree en una música elaborada y minuciosa, compleja y evocadora en sus evoluciones armónicas (Obstacles). Y no hay nada en esta obra de 2022 que no pudiera parecer escrito y producido con más de cuatro décadas de antelación.

 

Los guiños a la vieja guardia son abundantes. El primer corte, Fare thee well, parte de una apertura muy semejante a Sirius, aquella introducción con la que se abría Eye in the sky (1982). Y luego resulta que su desarrollo es parejo no solo a Old and wise, de aquel mismo mítico trabajo, sino que también evoca los momentos más baladísticos y épicos de Pink Floyd en The dark side of the moon, el disco en el que, no lo olvidemos, Parsons se graduó para siempre como ingeniero con apenas 25 años.

 

The secret es quizá el corte más original, atractivo y musicalmente juguetón de la entrega, antes de entrar de cabeza, con Uroboros (y nada menos que Tommy Shaw, el líder de los muy olvidados Styx, como voz principal), en el territorio del adult oriented rock. Y no es la primera vez que las huestes de aquel denostado AOR se frotarán las manos. I won’t be led astray, también con colaboradores de postín (la voz de David Pack, la guitarra de Joe Bonamassa), parece en toda regla una balada de Toto. Diremos más: recuerda entre algo y bastante a I won’t hold you back, uno de los éxitos más clamorosos de Toto IV, que comparte con Eye in the sky partida de nacimiento: 1982.

 

Hay momentos muy afortunados, sin duda. Es el caso de Don’t fade now, un muy bonito tiempo medio dominado por la guitarra acústica. Pero queda también la sensación de que a partir de Give ’em my love al amigo Parsons se le va la mano con las baladas y el romanticismo un poco exaltado. Incluso sorprende el epílogo con una versión muy ligera de Be my baby, el viejo exitazo de Phil Spector para las Ronettes, que quizá resulte simpático para una despedida afable en un concierto pero no casa demasiado bien con el resto de los contenidos. El álbum, en definitiva, evidencia muchas ganas de agradar pero aporta pocos argumentos memorables. Pero, con una hoja de servicios como la suya, el londinense afincado en California está ya en su pleno derecho de rubricar obras decididamente menores.

 

12 Replies to “Alan Parsons: “From the new world” (2022)”

  1. Las melodías instrumentales son lo más elevado de Parsons, esperemos que no desaparezcan, para mi es el genio mayor de la música. Siempre adelante Alan

  2. Acabo de terminar de escucharlo, un álbum brillante, música muy elaborada, armonías sublimes momentos de altísima factura hasta en el Be my Baby. La calidad es a prueba del tiempo y Alan Parsons nos lo confirma a creces. Este álbum y The Secret son altamente recomendables y piezas maestras para los fans de siempre.

  3. Tras una primera escucha me parece un disco flojo, que no está a la altura de otros trabajos anteriores suyos. Pero, por supuesto, hablamos de un músico notable, con obras absolutamente imprescindibles.

    Me llama la atención la versión de Be My Baby, porque siempre he pensado que la canción Don’t Answer Me, incluida en Amonia Avenue, no dejaba de ser un guiño a aquel tema. Pero sí coincido en que se la podría haber ahorrado.

    Saludos y enhorabuena por esta web.

  4. Faltaron las entregas instrumentales! propias de Alan Parsons como, Master en ingenieria de sonido desde que le conocí su música las instrumentales distintas entre si son su firma……

  5. Pues yo creo ques es un buen trabajo y le da continuidad al Alan Parsons Project. Sinfonico armonico y progresivo vuelve a sus origenes y deja atras los ultimos experimentos nada reconocibles.

  6. Album sublime ,temas perfectamente interpretados, un verdadero placer seguir escuchando esos teclados y arreglos tan de Alan
    Es un guiño a toda su trayectoria ,si no, ver el primer video del álbum ,claro que recuerda a temas anteriores ,pero ….es lo que busco .,Solos de guitarra brutales ,para mi el mejor sin duda después de froidiana .El anterior The secret es más bien un experimento ,nada Alan complicado de escuchar .Este te lo escuchas sin enterarte ,como sucede con Vultur culture muy criticado en su día por facilón y popero …menos mal que el tiempo pone a cada uno en su sitio…
    A destacar el tema Halos minuto 1’40-2’50 en ese minuto te dice quién es ese señor

  7. Soy seguidor del proyect desde el año 76. Creo que este álbum es innecesario. Exceptuando el primer tema, que es autoplagio, los demás son mediocres, impropios de su categoría, y desde luego el último tema totalmente prescindible.

  8. Parsons aún cree en una música elaborada y minuciosa, compleja y evocadora en sus evoluciones armónicas, ¡Y que bien nos viene eso!

    Disco para escuchar de vez en cuando, especialmente la primera mitad.

    Gracias Fernando por tu crítica.

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