Habrá quien vea en estas reediciones una rica golosina. Elevemos la consideración hasta la de sendas cajas de bombones. Los rescates melómanos deberían ser siempre así de minuciosos, deleite orgiástico para fetichistas. Aunque debamos levantarnos a cambiar los vinilos de cara cada seis minutos y el fetichismo nunca haya sido un divertimento barato. Pero esto es oro: las réplicas de los seis primeros sencillos de Depeche Mode en sus versiones extendidas, en el rutilante formato de 12 pulgadas a 45 rpm. Una eclosión para los sentidos: el del oído, porque el sonido es de una pulcritud fabulosa; pero también el del tacto, puesto que estas joyas piden el mimo y la caricia casi como si se trataran de una piel afín. Aquí están (afilemos los dientes) los rescates remasterizados en Abbey Road de Dreaming of me, New life y Just can’t get enough, por lo que se refiere a la caja de Speak & spell (las caras B: Ice machine, Shout! y Any second now), mientras que la cosecha de A broken frame arrojaría estas versiones ampliadas de See you (con Now this is fun), The meaning of love / Oberkorn y Leave in silence / Further excerpts from my secret garden. Ah, y el mayor tesoro de todos, un flexidisc en la primera caja con un tema que solo conocerán los más devotos, Sometimes I wish I was dead. El capricho merece la pena si hay gusto por la orfebrería: fascina rememorar un comienzo de trayectoria tan lúcido y avanzado, un discurso aún vigente 37 años después. Una pervivencia que supo resistir a la fuga del líder, Vince Clark, que prefirió fundar Yazoo tras el debut. Pero teníamos a Martin Gore en el banquillo. Bendito Martin.

 

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