Los escoceses Modern Studies consiguieron casi desde el primer día anotarse uno de los atributos más difíciles para cualquier nueva banda, y más en estos momentos en que la música de estreno nos llega en forma de avalancha: un sonido personal, característico y perfectamente reconocible. La confluencia de las voces de Emily Scott y Rob St. John tiene mucho que ver en ello, pero no solo. En estas 10 nuevas composiciones, de hecho, queda claro que el cuarteto del condado de Perth también sabe jugar las bazas de un fascinante folk interdisciplinar, que a veces le guiña el ojo al indie, otras se escora hacia territorios más psicodélicos y a menudo se deja mecer por las cuerdas (escuchen Comfort me, por favor) para conquistarnos bajo unos postulados propios del pop de cámara.

 

Esa personalidad propia, firme y acentuada favorece también la complicidad con el oyente, la conexión y, a la postre, el enamoramiento. La voz prístina de Emily evoca la inminencia de las highlands mientras el hondo timbre de barítono de Rob nos coloca sobre la pista de los crooners y hasta de Scott Walker. Ambos cantan en todo momento al alimón, y casi siempre al unísono, lo que propicia una extraña sensación de abrazo bifónico. Y cuando el preciosismo se dispara, como en la monumental Open face, el resultado es fabuloso: a partir de un cadencioso ritmo ternario, los sollozos de ambos vocalistas se entrelazan con los de los violines, y los indicadores de belleza se nos ponen por las nubes.

 

Ese Open face representa el momento más camerístico y trascendente de un álbum en el que también hay hueco para aproximaciones rítmicas y guitarrísticas, en particular Won’t be long o la adictiva Light a fire, lo más parecido a un single con potencial de éxito que encontraremos en un trabajo de los Studies. We are there es ya la cuarta entrega y retoma aquel preciosismo exquisito de Welcome strangers (2018) en detrimento de los espasmos más electrónicos que afloraban en The weight of the sun (2020). Es una decisión atinada, sin duda, porque Modern Studies se vuelven más adictivos cuanto más dejan entrever su parte bucólica, el aroma a pasto y tierra mojada.

 

Cuidado, porque no nos encontramos ante un disco exactamente pastoril: ahí están la enérgica Mothlight o la dinámica y enrevesada Do you wanna, de escritura sensacional, para demostrar que Scott y sus socios no son ni tradicionales ni, menos aún, conformistas. Incluso Wild ocean introduce un paréntesis instrumental para que violines y guitarras eléctricas se explayen, casi a la manera de Fairport Convention. Modern Studies siempre resultaron seductores, pero aquí, tras semejante estirón, ya aspiran a convertirse en fundamentales.

3 Replies to “Modern Studies: “We are there” (2022)”

  1. Desde luego, una voz muy peculiar. Un sonido característico de algunas de las grandes bandas de los ´70 / ´80 como Roxy Music o The Pretenders. Música para no olvidar. Gracias Fernando.

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